El presidente de la Diputación de Ourense, José Manuel Baltar, está dispuesto a convertir una de las principales lacras provinciales, la emigración, en una cuestión de orgullo. Baltar se ha mostrado “encantado” de financiar desde la Diputación, previsiblemente en la Ribeira Sacra, el Museo Gallego de la Emigración rechazado por otras instituciones gallegas. El presidente ourensano valora que esta es la provincia de Galicia, e incluso de España, con mayor número de emigrantes en relación con el de habitantes por lo que, en su opinión, el museo debe enclavarse en Ourense.

Mientras el dirigente ourensano apela, para justificar el proyecto, a “lo importante que los emigrantes han sido para el desarrollo ourensano”, el BNG le propone que haga un parque temático “para que quien nos visite pueda comprobar in situ cuáles fueron los efectos perversos de ese fenómeno” migratorio. El grupo provincial del BNG cree que, de ponerse en marcha esa iniciativa, debería explicarse “cómo es posible que en 25 años de gobiernos baltaristas Ourense haya perdido más de 100.000 habitantes y cómo en la actualidad cientos de jóvenes de la provincia la abandonan en busca de un trabajo porque aquí no tienen la más mínima oportunidad de encontrarlo, a no ser que sean del PP”.

Baltar se propone darle la vuelta a la “victimización” de una diáspora que ha sangrado a la población de la provincia y acepta la propuesta de la Fundación Sotelo Blanco y del antropólogo Manuel Mandianes con el fin de mostrar en el museo “los muchos logros y éxitos que los emigrantes consiguieron a lo largo de sus vidas”. Frente a ello, los nacionalistas le recuerdan que durante 25 años “el baltarismo ha manejado más de 2.200 millones de euros”; una cantidad de dinero que “en lugar de actuar como revulsivo para la provincia” la ha situado, sostiene el grupo provincial del BNG, “en los últimos lugares de España en los indicadores de bienestar y progreso, acentuando más las desigualdades con otros territorios” de Galicia y del Estado.

El BNG sugiere al presidente de la Diputación que cambie el proyecto del Museo de la Emigración por el de “Museo del Cacique”. “No partiríamos de cero pues ya tenemos la colección de coches”, sostienen los nacionalistas en alusión a la colección automovilística que atesora el expresidente de la Diputación José Luis Baltar, convencidos de que de esta forma “se puede comprobar el fantástico legado que el baltarismo nos ha dejado a los ourensanos”. Los diputados provinciales nacionalistas proponen además a Baltar que cree unas visitas guiadas por las infraestructuras en las que invirtió cantidades importantes de dinero el baltarismo en los envejecidos ayuntamientos de la provincia: piscinas y polideportivos, además de tanatorios . Entiende el BNG que así se podrá comprobar "cómo se invirtieron los millones de euros procedentes de fondos estructurales [europeos] y cómo la fauna salvaje se ha adentrado en los pueblos compartiendo espacio con los pocos indígenas que aún quedan”.