“Sanidad asegura que los payos son la fuente de contagio del ébola”. “Cuatro mujeres de etnia paya detenidas por robar en supermercados”. ¿Se imaginan estos titulares en la prensa convencional? Cambien la palabra payo por gitano. ¿Y ahora?

Este es el juego que propone Payo Today, donde se pueden leer estos titulares —"Obama legalizará a millones de payos inmigrantes" o “El pequeño payo Nicolás, símbolo de su especie”— y que nació el pasado 10 de diciembre por todo lo alto: en versión papel, digital y hasta con su propio informativo en YouTube. Se trata de una publicación ficticia que, sin embargo, persigue un objetivo muy real. “Es una llamada de atención a periodistas, que firma la Fundación Secretariado Gitano, reclamando un tratamiento informativo más justo con la comunidad gitana”, explican sus creadores.

Las noticias en este periódico utilizan, en tono de humor, “el mismo lenguaje peyorativo cargado de estereotipos que se usa para informar sobre la comunidad gitana en muchos medios de comunicación: mención de la etnia sin ser necesario para comprender la noticia, sobrerrepresentación en noticias negativas, léxico con muchas connotaciones como reyerta, clan, patriarca”, abundan desde la fundación.

El objetivo de esta campaña es que los periodistas “se sientan aludidos”, dice Benjamín Cabaleiro, responsable de comunicación de la FSG. Para lograrlo, un grupo de trabajadores de la entidad ha repartido ejemplares del periódico impresa en las redacciones de la mayoría de medios de comunicación españoles, también en EL PAÍS. Las fotos en su cuenta de Facebook dan cuenta del periplo. En total, han distribuido 4.000. Pero su alcance ha superado ya la meta de sensibilizar a los medios gracias a la difusión que ha logrado en redes sociales. Según datos de la fundación, en los cuatro primeros días, 7.800 personas de 77 países vieron el vídeo (que simula un informativo) y más de 20.000 usuarios visitaron la página de Internet.

Facebook y Twitter son grandes aliados para este tipo de iniciativas. En la red del pajarito, solo en cinco días, 2.000 mensajes hablaban del periódico de humor gitano bajo el hashtag #payotoday, afirman los precursores. “La verdad es que la respuesta ha sido espectacular. Esperábamos que diera que hablar, pero nos ha sorprendido la buena acogida que ha tenido no solo entre personas afines, también entre cuentas de periodistas y medios que se han hecho eco de esta parodia que denuncia una realidad de la que muchas veces son cómplices”, señala Ricardo Cana, al frente de la estrategia en redes de la campaña.

La clave de su éxito, dicen, está en el hum.or, que diferencia esta de otras campañas de sensibilización. “No queremos dar lecciones a nadie. ¿Quiénes mejor que los periodistas para saber cuáles son las buenas prácticas de su profesión? No queríamos acusar ni ser agresivos, sino hacer ver que los medios tienen mucha responsabilidad en la imagen negativa que están transmitiendo y que actúa como freno en el acceso a los derechos fundamentales de las personas gitanas”, asegura el responsable de comunicación de la FSG. Además de la ironía, Cabaleiro subraya como ingrediente de la buena acogida que ha tenido Payo Today, el trabajo previo que viene realizando su organización contra la discriminación. “Organizando formaciones para profesionales, llegando a acuerdos con medios de comunicación, editando guías de recomendaciones, haciendo seguimiento y análisis de las noticias, promoviendo decálogos de buenas prácticas o trabajando en red con otras entidades”, enumera.

Con todo, los comentarios de los usuarios no eran siempre de felicitación ante esta acción de denuncia. El debate que se ha generado en Internet ha contado con sus defensores y detractores. “Estamos muy acostumbrados a que cuando se habla de gitanos en redes sociales, los comentarios sean muy racistas. Normalmente, no entramos a discusiones cuando son hirientes; sí replicamos cuando vemos que se puede crear un debate constructivo”, apunta Cabaleiro.

¿Esta campaña servirá para cambiar algo de esto? Así responde: “No esperamos que cambie la mentalidad de repente. Nuestro trabajo continúa. Ahora nos queda evaluar la acción y seguir apostando por denunciar estereotipos y prejuicios y lograr que los medios reflejen a la comunidad gitana actual, una comunidad que ha avanzado muchísimo y que cada vez tiene menos que ver con los estereotipos que de ella se siguen transmitiendo”.