La violencia en el fútbol no sólo se ejerce en los estadios. También en internet y en las ondas. La Fiscalía de Barcelona reclama tres años y medio de prisión para un ultra del RCD Espanyol, miembro de las Brigadas Blanquiazules, y para su paraje sentimental, por incitar a la discriminación, al odio y la violencia y por difundir ideas y doctrinas que justifican el genocidio a través de una radio digital.

El Ministerio Público sostiene que los dos acusados emitieron 28 programas desde su domicilio con el objetivo fundamental de difundir indiscriminadamente entre la población música rac, cuyas letras son seguidas por los grupos ultra y neonazis y que contienen “claras exaltaciones de la violencia”, incitando de “forma directa a realizar agresiones contra judíos, gitanos, comunistas, homosexuales, inmigrantes y personas afrodescendientes”, según el escrito de acusación.

El fiscal coordinador de Delitos de Odio cree que "valiéndose del uso de expresiones de carácter ofensivo, denigrante y vejatorio y defendiendo a ultranza la supremacía de la raza aria”, los dos imputados buscaban crear entre la población “sentimientos de violencia, hostilidad, animadversión, agresividad y trato desigual injustificado contra dichos colectivos así como a difundir ideas que pretenden la rehabilitación de regímenes que han practicado el genocidio como lo fue el III Reich”.