Arrestados nueve inmigrantes con orden de expulsión en una redada en una tetería

A uno de ellos le fue conmutada su pena por narcotráfico a cambio de que abandonara el país

La Verdad, ISMAEL MATEO, 13-12-2014

Apenas faltaba un cuarto de hora para que comenzara el partido entre el Almería y el Real Madrid. Medio centenar de inmigrantes árabes abarrotaban el interior de una de las dos teterías situadas al margen de la avenida Maestro Puig Valera, la travesía santomerana de la carretera N – 340. Eran las 20.30 horas cuando una veintena de policías nacionales, apoyados por tres patrullas del cuerpo local, se presentaron en el establecimiento.

Los agentes accedieron a la tetería acompañados de una unidad canina. «Los perros nos han olfateado a todos por si llevábamos algo y luego han empezado a pedirnos los papeles», contaba un inmigrante. Esta primera parte del registro se prolongó durante cerca de una hora y se cerró con el levantamiento de dos actas, una por posesión de una pequeña cantidad de marihuana y otra por la tenencia de tabaco de contrabando. Pasado ese tiempo para la comprobación de ‘los papeles’, la mayoría de los clientes fueron desalojados del local, frente a cuya puerta aguardaron hasta que finalizó la intervención. Algunos de ellos se quejaban del dispositivo policial, que incluía cinco furgones, tres todoterrenos y un coche de incógnito, alegando que «estábamos tranquilamente tomando algo y viendo el partido de un equipo marroquí en el Mundialito de Clubes mientras esperábamos a que empezara el Madrid» o que «solo estábamos tomando el fresco».

Sin embargo, el motivo principal de la redada no era denunciar pequeñas faltas, sino localizar a inmigrantes en situación irregular. Los que no llevaban encima sus permisos de residencia debieron esperar algo más en el interior de la tetería, el tiempo necesario para que los policías comprobaran a través de la base de datos si tenían en regla su documentación. Gracias a ese trabajo, los agentes arrestaron a nueve personas sobre las que previamente recaían órdenes de expulsión firmes. Entre ellos, un condenado por narcotráfico cuya pena fue conmutada a cambio de que abandonara de inmediato el país y que, según uno de los policías, «seguía campando a sus anchas». Uno a uno, los arrestados fueron conducidos hasta los furgones policiales aparcados junto al establecimiento. La operación se prolongó finalmente durante cerca de dos hora.

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