Más allá de la valla

El Diario, , 10-12-2014

Una fotografía puede difícilmente cambiar el mundo por sí sola, pero tiene la capacidad de sensibilizar al público, y eso ya es un comienzo. Este es el objetivo de los trabajos de Mingo Venero, un cántabro de 37 años afincado en Barcelona y que, desde 2007, se ha embarcado en un proyecto, Errantes por un sueño, en el que retrata a los inmigrantes subsaharianos que llegan hasta España en busca de una oportunidad. La idea de hacer estas fotografías surgió tras la avalancha de pateras a Canarias que obligó hace siete años a desviar a numerosos atendidos hasta otros centros como el de Barcelona; Venero siguió su historia hasta Marruecos y, en tres temporadas distintas en los dos últimos años, retrató sus condiciones de vida en los bosques y el monte, donde aguardan a dar el salto a la valla de Melilla. Este trabajo le ha valido ser el tercer finalista en la XVII edición del Premio Internacional de Fotografía Luis Valtueña, organizado por  Médicos del Mundo y cuya exposición se ha presentado este miércoles en Pamplona, con la presencia del propio Venero.

“La valla es un tema que aparece habitualmente en los medios de comunicación, pero pocas veces nos llega información sobre cómo viven en Marruecos, en esos bosques donde pasan meses e, incluso, años en condiciones pésimas”. Venero llegó hasta allí siguiendo las indicaciones de diversas ONG (Médicos Sin Fronteras, el Arzobispado de Tánger o la propia Médicos del Mundo) que ofrecen a los afectados atención sanitaria. Sus necesidades, de alimentación y calor, les llevan a menudo a hacer escapadas a centros urbanos de Marruecos, donde evitan ser avistados por la Policía. Y así esperan el momento del salto.

“¿Si entre la ciudadanía (española) hay preocupación por estas personas? No creo que haya demasiada y, si la hay, poco hacemos para cambiar esta situación”, lamenta. En su caso, lo ha querido hacer a través de esta fotografía humanitaria, de denuncia, que pretende concienciar al espectador o espectadora. “Quizá cambiar las cosas parece complicado, pero cuando menos debemos mostrar esa realidad”, apunta.

En su caso, conocido por su trabajos de fotografía de calle, desde las peluquerías del barrio barcelonés del Raval a los orfanatos de Kenya, considera que el elemento común de  sus imágenes es siempre la persona y en un mensaje, porque “no solo retrato una situación, también me posiciono”. Esta vez, se trataba de “dar voz a unos inmigrantes” que rara vez la tienen. Todos dieron su permiso para ser retratados en las fotografías o, en el caso de contar su testimonio pero no querer verse reflejados, no son reconocibles. Sus historias, sí. Estas se pueden ver hasta después de Reyes en Civivox Condestable, de Pamplona, como parte de la muestra sobre el Premio Internacional de Fotografía Luis Valtueña,  estrenada este miércoles por Médicos del Mundo como parte de las celebraciones del Día Internacional de los Derechos Humanos, así como de la semana en torno a esta cita y de las migraciones.

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