Más de 500 inmigrantes subsaharianos se encuentran asentados en el entorno de la frontera de Ceuta a la espera de poder entrar ilegalmente en la ciudad, según los datos que manejan los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. Estos inmigrantes se encuentran situados en las zonas próximas a los montes de Beliones, muy cerca de la frontera, donde han establecido varios campamentos escondidos de las fuerzas de seguridad marroquíes.

Los inmigrantes suelen asentarse en las cuevas para evitar que la policía marroquí pueda detenerlos durante las redadas que periódicamente Marruecos efectúa en el entorno de la frontera ceutí. La policía cree que estos inmigrantes pueden asaltar la frontera en cualquier momento, por lo que se mantiene la alerta en los dos pasos fronterizos de la ciudad.

El último intento de entrada masivo se produjo el 4 de marzo cuando unos 1.500 inmigrantes subsaharianos asaltaron la frontera ceutí, justo cuando el 6 de febrero lo hicieron otros 250 inmigrantes en un intento donde fallecieron quince personas.