Un total de 194 inmigrantes, 61 de ellos niños, han sido rescatados de una barcaza a la deriva en aguas entre Grecia y Sicilia por un buque del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el «Sarmiento de Gamboa», con base en Vigo, han informado fuentes de este organismo a EFE.

Según la capitán del barco «Sarmiento de Gamboa» del CSIC, María Ángeles Campos, los inmigrantes se encuentran en buen estado de salud y ocupaban una embarcación junto a otras 286 personas, en total unos 480. El resto de los inmigrantes fue embarcado por una fragata islandesa. El «Sarmiento de Gamboa» dejó a los inmigrantes en el puerto siciliano de Augusto.

Las 194 personas rescatadas ayer por la tarde, entre las 16.00 y 20.00 horas, han sido atendidas por el personal del CSIC y se encuentran en buen estado de salud. Han recibido zumos y agua para hidratarles, alimento y mantas.

Presidencia de Gobierno contactó en el día de ayer con Salvamento Marítimo, que desde su centro nacional contactó con su organismo homólogo en Roma, han explicado fuentes de Salvamento Marítimo.

Algunas de las personas rescatadas hablan inglés y el personal del Consejo Superior de Investigaciones Científicas están intentando conocer más datos de su procedencia.

El «Sarmiento de Gamboa», botado en 2006, está destinado a la investigación en aguas del Océano Atlántico, por lo que su base de operaciones se encuentra en el puerto de Vigo.

«Había muchos niños y mujeres»

La capitana del buque científico Sarmiento de Gamboa, María Ángeles Campos, ha relatado esta tarde desde el puerto italiano de Augusta, donde ya está atracado, el rescate del barco con 500 refugiados sirios. «Habíamos terminado una campaña, volvíamos a nuestra base en Vigo cuando oímos el aviso», dijo. La capitana, natural de Ourense, colaboró con una patrullera islandesa para transbordar a los refugiados, que llevaban diez días a la deriva. Al cuarto, se quedaron sin combustible.

«Lo importante es que salvamos 194 vidas. No temí nada porque la actitud de los refugiados era afable y respondían bien a nuestras instrucciones», añade la oficial. Esta es la primera vez que le pasa algo así a pesar de que en esas aguas del Mediterráneo es lo más habitual, según reconoce. «Había muchos niños y mujeres, tenían síntomas de deshidratación y les ofrecimos fruta, bebidas, mantas y algunos tripulantes les regalaron ropa», añadió ya desde el puerto de Italia.

Los refugiados, una vez tocado tierra, han sido puestos bajo la custodia de las autoridades italianas.