El colectivo SOS Racismo de Araba ha aceptado acudir al Servicio de Mediación para tratar de llegar a un acuerdo con el alcalde de Gasteiz, Javier Maroto (PP), aunque duda de su eficacia ya que el primer edil irá con «condiciones previas».

SOS Racismo ha confirmado que acata el mandato del fiscal superior de la CAV, Juan Calparsoro, quien acordó ayer remitir al Servicio de Mediación las diligencias abiertas contra el alcalde de Gasteiz por la denuncia que presentó contra él la plataforma, que le acusó de los delitos de incitación al odio y contra la dignidad de las personas.

La denuncia de SOS Racismo de Araba tuvo como origen unas declaraciones de Maroto en las que dijo que muchos inmigrantes de Gasteiz «viven principalmente de las ayudas sociales y no tienen ningún interés en trabajar o integrarse», especialmente los magrebíes.

El alcalde ya confirmó ayer su disposición a presentarse ante el Servicio de Mediación, cuyo plazo termina el 17 de febrero, salvo que se acuerde una prórroga.

En caso de que las partes no lleguen a un entendimiento antes de esa fecha las diligencias abiertas por el fiscal continuarían y el proceso penal seguiría su curso.

Sin embargo, el portavoz de SOS Racismo de Araba, Fede García, no confía en que esta mediación llegue a buen término ya que el alcalde insistió ayer en que «lo único que pretende es eliminar los abusos y el fraude en las ayudas sociales» y pidió a esta agrupación que le pida disculpas por los «insultos» de racista y xenófobo que dirigió contra él.

«Si el alcalde se sigue ratificando en su postura está cerrando la puerta a un acuerdo para evitar que le encausen», ha advertido García, quien no descarta incluso presentar una querella contra Maroto por haber repetido y amplificado su discurso contra los inmigrantes.

Ha rechazado por tanto que Maroto acuda a la mediación con «condiciones previas» y ha dicho que SOS Racismo también puede ponerle dos condiciones: que reconozca el daño causado por haber actuado de manera «indebida e irresponsable» y que repare ese daño.

La forma de hacerlo, a juicio de García, debe ser con «la misma habilidad» que Maroto utilizó en su campaña para difamar especialmente a la población de origen magrebí.

«La ciudadanía no le pagamos para criminalizar a una parte de su propia población», ha zanjado el portavoz de SOS Racismo de Araba.