La Policía Nacional ha desarticulado una organización presuntamente dedicada a introducir grandes cantidades de hachís en la Península procedente de Marruecos. Los arrestados transportaban la droga en barcos pesqueros, embarcaciones semirrígidas, vehículos o incluso a pie. Parte de los miembros del grupo fueron detenidos ‘in fraganti’ cuando transportaban 900 kilogramos de hachís en un barco pesquero. En la operación se han incautado un total de 2.272 kilos de esta sustancia estupefaciente, así como 20 vehículos de alta gama, una moto acuática, un quad, 20.000 euros, 80 teléfonos móviles y una pistola. Han sido detenidas 23 personas de nacionalidades española, marroquí y portuguesa, que operaban en las localidades de Algeciras y Barbate.

La investigación se inició en junio del 2013, cuando los agentes establecieron un amplio dispositivo de vigilancia sobre un grupo dedicado al tráfico de drogas desde Marruecos a la Península. Fruto de estas investigaciones los agentes detuvieron a dos personas que intentaban introducir una maleta con 32 kilogramos de hachís por el puesto fronterizo de Tarifa.

Posteriormente, las gestiones realizadas lograron determinar que la rama portuguesa de la organización quería realizar dos transportes de sustancia estupefaciente hasta su país de origen, interviniendo los agentes 65 kilogramos de hachís en el maletero de un coche y otros 31 en una mochila que se encontraba en el interior de un vehículo. Meses más tarde se detuvo a otro miembro de la organización de nacionalidad marroquí al que se le incautaron 44 kilogramos de hachís ocultos en el maletero de un automóvil.

En septiembre de este año se produjo la desarticulación parcial de este grupo criminal cuando trataban de introducir una furgoneta cargada de sustancia estupefaciente en un chalet de Algeciras. Los investigadores lograron detener a siete personas, interviniendo 1.200 kilos de hachís, una pistola, seis vehículos, una moto de agua, un quad y material telefónico.

Se culminó la operación con la detención de los miembros de la organización dedicados a la introducción de hachís mediante embarcaciones de pesca. Los agentes tuvieron conocimiento de que iban a introducir un alijo de droga por vía marítima, por lo que establecieron un dispositivo de vigilancia, en colaboración con la Agencia Tributaria, que les permitió observar cómo los integrantes de la red transbordaban numerosos bultos desde una embarcación a un barco pesquero. Cuando los investigadores interceptaron el buque comprobaron que se trataba de 37 fardos de hachís que arrojaron un peso de 900 kilos, por lo que procedieron a la detención de la tripulación. Además, se incautó una furgoneta y varios vehículos, uno de ellos de alta gama y dinero procedente del tráfico de drogas.