Una pareja de jóvenes sufrió graves quemaduras y su bebé de tres meses resultó intoxicado por humo en el incendio de una vivienda en un edificio de la calle Felipe Salvador en Valencia. El padre logró escapar de las llamas al trepar hasta la terraza por el patio de luces, mientras que la madre y la niña de tres meses fueron izadas con una cuerda de esparto en un angustioso rescate antes de que llegaran los bomberos.

Los hechos se iniciaron sobre las dos de la madrugada del domingo, cuando comenzó a arder el comedor de un piso de unos 45 metros cuadrados. Dentro de la casa se encontraban José F. M., de 19 años de edad, con su mujer, Marta M. B., de 20 años, y el bebé de ambos. La familia quedó atrapada por las llamas y comenzó a pedir auxilio. Los chillidos del padre despertaron a los vecinos, que llamaron al teléfono de emergencias 112 y subieron a la quinta planta, donde el fuego ya se había extendido por el rellano.

«¡Tirad la puerta! ¡Tirad la puerta!», gritó varias veces José desde el interior de la vivienda. Pero el humo y la llamas impidieron cualquier intento de auxilio. Eran momentos de gran tensión y nerviosismo. Diego García, un pensionista que reside en el piso contiguo, arrojó agua con un cubo a la puerta, pero el fuego siguió avanzando. «Estaba todo lleno de humo y te quemabas cuando te acercabas», afirmó el vecino.

El padre tomó entonces una decisión muy arriesgada, aunque su peligrosa acción luego redundó en beneficio de su familia. Trepó por el patio de luces con gran dificultad, ya que tenía quemaduras en los pies, espalda, manos y ambos brazos, y alcanzó la terraza.

Segundos después, el joven protagonizó los dos rescates más angustiosos de su vida con una cuerda de esparto. Un vecino y dos policías locales le ayudaron. Primero izó a su hija de tres meses por el deslunado – desde la ventana de la cocina a la terraza – después de que la madre atara al bebé, y luego comenzó a subir a su mujer con la misma cuerda. Y en ese preciso instante llegaron dos policías locales del retén del Marítimo y se unieron al peligroso salvamento. El padre, un vecino y los dos agentes tiraron con todas sus fuerzas de la cuerda hasta que pusieron a salvo a Marta, que sufrió quemaduras en la espalda, cuello, pies, brazos y manos.

Mientras José rescataba a su familia, un grupo de policías nacionales de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) desalojaban a los vecinos y comprobaban, casa por casa, que no había nadie en peligro. Uno de los agentes resultó intoxicado por humo. Pocos minutos después llegaron dos ambulancias y hasta 18 bomberos en cinco vehículos. Los sanitarios asistieron a la pareja de etnia gitana y a su bebé y luego trasladaron a la familia al Hospital La Fe. Los jóvenes, que resultaron también intoxicados por humo, tenían las quemaduras más graves en los pies, según informaron fuentes policiales. La vivienda quedó totalmente destruida.