El Gobierno vasco autorizó ayer un gasto de 461 millones de euros para atender las necesidades de la Renta de Garantía de Ingresos (RGI) y de la Prestación Complementaria de Vivienda (PCV) en 2015 . Durante este año el desembolso total sumará 435,2 millones.

El Ejecutivo autónomo explicó que ha decidido adelantar la aprobación de sendos expedientes de gasto 378,5 millones para la RGI y 82,5 millones para la PCV con el fin de disponer de recursos con los que financiar ambas prestaciones desde enero, dado que el pago de una y otra tiene carácter mensual.

La RGI es una prestación dirigida a las personas integradas en una unidad de convivencia que no disponga de ingresos suficientes para hacer frente tanto a los gastos asociados a las necesidades básicas como a los derivados de un proceso de inclusión social. Por su parte, la PCV es una prestación periódica que se articula como un complemento de la RGI y que se dirige a cubrir las necesidades relacionadas con los gastos de alquiler de la vivienda o del alojamiento habitual de las personas titulares de dichas prestaciones.

En los últimos meses, la renta de garantía se ha convertido en un tema escabroso después de que el alcalde de Vitoria y parlamentario, Javier Maroto, denunciase el cobro indebido de esta prestación por parte de colectivos de inmigrantes irregulares, especialmente magrebíes, «que sólo vienen a cobrar ayudas y no a trabajar», y el fraude cometido por numerosos beneficiarios. De hecho, una plataforma auspiciada por el propio dirigente popular va a recoger firmas para trasladar al Parlamento vasco la necesidad de incrementar los requisitos y controles en estas ayudas.

65.479 personas en octubre

El número de beneficiarios de la renta de garantía de ingresos (RGI) en octubre alcanzó 65.479 personas. El subsidio garantiza unos ingresos mínimos que oscilan entre los 616,13 y los 945,20 euros mensuales, en función de los casos.

Más del 63% de los residentes que cobran la RGI en concreto, 41.713 tienen la nacionalidad española. De los 23.766 extranjeros que reciben la ayuda al cumplir los requisitos fijados por el Servicio Vasco de Empleo, la mayoría procede de América del Sur (9.168) y de países del Magreb (6.339) o del África subsahariana (4.026). El grueso cuenta entre 30 y 50 años, aunque el colectivo más numeroso es el de mayores de 65 años (12.485); en muchos casos, personas con una pensión de una cuantía inferior al mínimo de la RGI Lanbide les completa la prestación hasta los 700 euros mensuales o sin ingresos de ningún tipo. Las mujeres beneficiarias (37.772) superan con holgura a los hombres (27.703).