Los dos acusados de asesinar a una anciana dicen que su intención era robar

Diario de noticias de Gipuzkoa, efe, 02-12-2014

DONOSTIA. Los dos ciudadanos hondureños acusados de asesinar a una anciana en Donostia han dicho hoy que su intención cuando accedieron a la vivienda de la mujer sólo era robar y, mientras uno de ellos ha culpado de la muerte a un menor ya condenado, el otro afirma no haber presenciado el crimen.

La primera jornada del juicio por este asesinato ha tenido lugar hoy en la Sección Primera de la Audiencia de Gipuzkoa, en cuyo banquillo se han sentado los dos procesados, que se enfrentan a una petición de pena por parte de la Fiscalía de 25 y 23 años de cárcel respectivamente.

En el suceso también estuvo implicado un joven nicaragüense, hijo de la empleada del hogar de la fallecida y que cuando ocurrieron los hechos era menor de edad, por lo que ya ha sido juzgado por un tribunal de esta jurisdicción.

En la actualidad cumple una medida de siete años y medio de internamiento en régimen cerrado y tres meses más de libertad vigilada como responsable de un delito de asesinato “en comisión por omisión” y de otro de robo con violencia en casa habitada con la agravante de disfraz y la atenuante de confesión.

El crimen se produjo la tarde del 10 de octubre de 2012, cuando presuntamente los tres implicados accedieron, con ropa que impedía identificarlos, a la vivienda de la anciana aprovechando la ausencia de su cuidadora, madre del menor encausado, con una copia de las llaves que éste había robado a su progenitora.

Una vez en el domicilio, los imputados presuntamente se hicieron con las joyas, dinero y varios efectos de la anciana, de 93 años, que dormía en la vivienda y que falleció tras ser golpeada y acuchillada, tras lo que los jóvenes se dieron a la fuga, se deshicieron del arma homicida tirándola al río Urumea desde un puente y se repartieron el botín en un parque.

Días después una familiar de uno de ellos, que desconocía la procedencia de las joyas robadas, las vendió en dos tiendas dedicadas a la compraventa de oro, para hacer un favor a su allegado.

El primer procesado en declarar en la vista de hoy ha sido el hombre para el que la fiscal pide la pena más elevada y que ha ofrecido una versión de lo sucedido muy imprecisa, llena de situaciones que no ha recordado o no ha precisado y que ha llevado a la representante del Ministerio Público a poner de manifiesto ante el tribunal hasta una decena de presuntas contradicciones con la declaración que hizo en la fase de instrucción.

Este joven, que cuando sucedieron los hechos tenía 18 años, ha descargado la responsabilidad del crimen en el menor ya juzgado, a quien ha atribuido ser el promotor del robo, el que, según ha dicho, llevó un cuchillo al domicilio de la anciana y quien, mientras se dirigían a la vivienda bromeó diciendo: “el que mate a la señora se va a llevar más parte del botín”.

Según la versión de este encausado, también fue el menor el que entró en el dormitorio de la fallecida, donde le vio golpearla en varias ocasiones, aunque para cuando él entró en el dormitorio ya sólo pudo cubrirla parcialmente con la manta porque la mujer le dio “pena”.

Este hombre, que dijo haber actuado bajo la influencia de la cocaína y la marihuana, también ha dicho que cuando abandonaron el domicilio el menor le dijo que “ya tenía a dos bajo tierra”.

El segundo acusado ha reconocido que acudió a la vivienda para robar pero ha afirmado que no sabía que la mujer estaría en la casa hasta que la descubrió en el interior de su dormitorio, momento en el que quiso marcharse, aunque los otros dos implicados se lo impidieron.

Este procesado ha dicho que fueron sus acompañantes quienes entraron en la habitación de la mujer, que él les pidió que "no hicieran nada, y que no presenció el crimen, porque se quedó fuera, mientras los dos acusados entraban y salían en la dependencia para sacar joyas que introducían en la mochila que él portaba. Ha explicado asimismo que no se enteró hasta el día siguiente de la muerte de la víctima.

El tercer implicado, el menor ya juzgado por estos hechos, ha responsabilizado de la muerte al primer imputado a quien vio colocar un cojín en la cara de la anciana, propinarle puñetazos y hacer en varias ocasiones el gesto de apuñalarla en el estómago.

Ha reconocido asimismo que no vio el arma homicida, aunque ha explicado que este procesado llevó un cuchillo a la vivienda. El juicio continuará mañana con la declaración de nuevos testigos.

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