La Guardia Civil de Melilla detuvo ayer a tres inmigrantes que trataron de agredir a los agentes con un palo, un ancla y una lata de gasolina cuando interceptaron la patera en la que habían llegado a las proximidades de una playa de la ciudad autónoma, según informó la Delegación del Gobierno.

Los tres arrestados, que causaron lesiones leves a dos guardias, pasarán a disposición judicial por los posibles delitos de desobediencia, resistencia y atentado contra la autoridad. Un cuarto subsahariano también fue arrestado, pero, en este caso, por la sospecha de que se trataba del patrón de la embarcación que entró clandestinamente en España, por lo que se le imputa un delito contra la libertad de los extranjeros.

La embarcación, una zodiac con motor fuera borda, se dirigió a Melilla desde aguas marroquíes y trató de desembarcar a sus 17 ocupantes en la playa de la Hípica, la más turística del centro de la ciudad.

La patera, la primera interceptada en Melilla desde el pasado 8 de octubre, tenía a bordo a trece hombres, dos mujeres en avanzado estado de gestación y dos menores.

Todos los ocupantes, tras ser atendidos por Cruz Roja, fueron trasladados a la comisaría para abrir los correspondientes expedientes de expulsión por entrada irregular en España.