Internacional

Reino Unido no dará ayudas sociales a los inmigrantes sin trabajo

ABC, Luis ventosocorresponsal en londres, 28-11-2014

Los extranjeros que no encuentren empleo en seis meses deberán abandonar el país. Para percibir las prestaciones se exigirán cuatro años cotizando

Un día después de que se conociese que la inmigración está en cifras récord en Reino Unido, David Cameronva a presentar hoy sus medidas para desincentivar la llegada de inmigrantes. En unas declaraciones esta mañana resumió así el espíritu de su plan: «Es un tema fácil de explicar a la gente de la UE. Si vienes aquí y no tienes trabajo no recibirás las ayudas para los desempleados y si lo tienes, no las percibirás hasta que pasen cuatro años».



Cameron está endureciendo su discurso sobre la inmigración porque es la bandera del partido eurófobo UKIP, que puede amenazar su mayoría en las elecciones generales de dentro de dos meses. Pero frente a la salida inmediata de la UE que reclama UKIP, el primer ministro conservador aboga por «mantener al Reino Unido en una Unión Europea reformada», y esa es la postura que defendería en el referéndum sobre la permanencia que quiere convocar para 2017. Y es que el premier es consciente de los riesgos que acarrearía para su país abandonar la UE a la brava: «Por supuesto que sobreviviríamos, no hay duda. Pero tenemos que poner en la balanza lo que significaría perder nuestro acceso automático al mercado único y nuestro derecho a tomar decisiones en su regulación. Perderíamos además los derechos de los 1,3 millones de británicos que viven y trabajan en Europa.


Las reformas que propondrá hoy contemplan expulsar a los seis meses a los inmigrantes que no encuentren trabajo. Habrá que cotizar durante cuatro años para empezar a recibir beneficios sociales y los ciudadanos de la UE que lleguen a Reino Unido y no tengan empleo no podrán beneficiarse de ayudas sociales como los descuentos fiscales o las viviendas de protección pública. También se acabará con las ayudas familiares para los hijos de los inmigrantes si se comprueba que en realidad están viviendo en sus países de origen. El derecho de reagrupación familiar en el Reino Unido, trayendo al país a los parientes, será restringido. El Gobierno conservador quiere plantear todas estas reformas a la Unión Europea y convertirlas en requisito para su permanencia en la misma.


«Queremos un acuerdo razonable, decente y de sentido común», resume Cameron, que ha renunciado a su proyecto inicial de establecer cuotas para la entrada de inmigrantes de la Unión Europea. Esa idea chocaba contra uno de los pilares fundacionales de la UE, la libre circulación de ciudadanos, y Merkel se plantó y advirtió que era algo innegociable.


En 2010, cuando llegó al poder, David Cameron prometió que la entrada anual de inmigrantes bajaría a menos de cien mil al año. Pero según las cifras oficiales que se publicaron ayer, casualmente justo el día anterior a su discurso de mayor dureza, la inmigración neta al país en los doce meses previos a junio ha sido de 260.000 personas, frente a 182.000 del año anterior. Reino Unido es un oasis de prosperidad económica en una Europa muy alicaída y se ha convertido en un imán para quienes no encuentran empleo en sus países, entre ellos los casi 50.000 españoles que viven en el país.

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