«¡Os vamos a matar!»
Los presuntos asesinos de la Blue Diamond amenazaron de muerte al dueño, al gerente y al portero al ser expulsados. El responsable de la discoteca quitó hierro «a la bronca» y no denunció, pero la Policía Local salió a buscar el Mercedes de 'El Chino' antes de que éste volviera con un arma.
La Verdad, , 28-11-2014No los tomaron en serio, a pesar de que les dijeron que volverían para mandarlos al otro barrio. Algunos de los clientes desalojados el pasado viernes de la discoteca Blue Diamond por molestar presuntamente a las camareras y montar jaleo, lanzaron una amenaza tras ser expulsados del local: «¡Os vamos a matar!». El mensaje, proferido entre otros por el supuesto autor de los disparos, Mariano ‘El Chino’, iba dirigido a las tres personas que en ese momento estaban en la puerta: el dueño, Jesús ‘El Manco’; el gerente, Juan David, y el portero, Carlos Jesús, ‘El Chiquitín’.
Así lo pudo corroborar una pareja de agentes de la Policía Local de Alcantarilla, que se entrevistó con los dueños del disco – pub y con el portero, antes de que éste último fuese tiroteado en la puerta del local. Los funcionarios fueron requeridos por la Policía Nacional, después de que a las 22.15 horas la Sala del 091 recibiese una llamada alertando de que había «entre seis y ocho personas, de etnia gitana, molestando a las camareras».
Los nacionales, conocedores de los altercados que suelen producirse los fines de semana en los locales de copas del Polígono Industrial Oeste, pidieron refuerzos. La Policía Local llegó unos minutos antes porque estaba más cerca, y al entrevistarse con Jesús ‘El Manco’, su gerente y el portero, les ofrecieron la posibilidad de denunciar a los clientes por las amenazas. «Nos han dicho que van a volver y nos van a matar», advirtieron. Sin embargo, según fuentes policiales, el propietario declinó denunciar y le restó importancia «a la bronca».
En esa entrevista, el propio Carlos Jesús también le quitó hierro al asunto, porque no había llegado a las manos con el grupo de gitanos desalojado. Pero sí ofreció a los policías una buena descripción del Mercedes de alta gama, color blanco y techo negro, con el que habían llegado a la sala. «Aseguró que se había quedado con el modelo porque le gustaba mucho ese coche». De forma que la Policía Local comenzó a patrullar las calles de polígono para tratar de localizar al Mercedes. De haberlo logrado, habrían evitado la muerte a tiros del portero y del empresario de Algezares Pedro Ruiz, de 53 años.
El hecho de no haber dado caza al coche podría deberse a que Mariano ‘El Chino’, tal y como explicaron algunos de los detenidos, se marchó supuestamente para luego regresar y perpetrar en solitario su amenaza. Lo hizo, supuestamente, mientras el resto del grupo seguía con la noche de alcohol y cocaína.
De hecho, después de los dos asesinatos la Brigada de Homicidios reclamó las grabaciones de la calle Perú, para determinar si el Mercedes que conducía el pistolero salió por la redonda en dirección Murcia. Para más señas, de camino a su residencia, en Espinardo, donde ‘El Chino’ parece ganarse la vida como prestamista.
Solo 24 minutos después, la misma patrulla de la Policía Local que trataba de localizar el Mercedes fue requerida otra vez por la Policía Nacional porque había dos personas heridas por arma de fuego en la discoteca Blue Diamond.
Cuando los municipales llegaron se encontraron a dos camareras tratando de taponar las cinco heridas de bala que presentaba en el tórax el portero, Carlos Jesús, conocido irónicamente como ‘El Chiquitín’ por su corpulencia. Fuentes policiales estiman que el portero esperó confiado a que el pistolero llegase a su altura, sin esperar en ningún momento a que éste abriera fuego a un metro de distancia. Además, la puerta recibió también algunos impactos.
‘El Manco’ se desmayó
Dentro del discobar, a mano izquierda, en el reservado que está pegado a la barra, fue también alcanzado mortalmente el empresario Pedro Ruiz. «Estaba semiinconsciente; todavía se movía. Un amigo suyo estaba presionando la herida, pero se estaba desangrando», señalaron fuentes policiales. Entretanto, el gerente, Juan David, no dejaba de gritar: «¡Se han ido!». Lo hacía mientras sujetaba a Jesús ‘El Manco’, que acababa de desmayarse tras sufrir «un ataque de ansiedad». Los agentes no podían ni tomarle declaración.
«Las camareras estaban desquiciadas y muchos clientes salieron corriendo», añadieron.
En la puerta del local hay una cámara de vídeo que deberá aclarar si Mariano ‘El Chino’ regresó solo o acompañado por Federico ‘El Federo’, acusado de encubrimiento. Las grabaciones también podrían esclarecer si Carlos Jesús dio su vida por Jesús ‘El Manco’ y Juan David, empujándolos al interior del local y usando su 1,90 de altura como escudo humano, para evitar que el dueño y el gerente fuesen tiroteados.
En esos convulsos momentos, una de las chicas indicó a los policías que «un gitano de Espinardo», aludiendo supuestamente a ‘El Chino’, fue uno de los clientes más molestos por el desalojo. Entre otros motivos, porque era quien en apariencia pagó buena parte del reservado, los chupitos de las camareras y las botellas de tequila, güisqui y ginebra. «Todos estaban rebotados, pero él era el que más».
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