Juntos por una buena causa
'Bizilagunak' reúne a treinta familias de Tolosaldea en torno a una mesa
Diario Vasco, , 27-11-2014Para algunos tolosarras, el mediodía del pasado domingo fue distinto y transcurrió alrededor de una mesa especial, en compañía de agradables conversaciones entre quienes abrieron las puertas de su casa por una buena causa. Anfitriones e invitados se dieron cita gracias al proyecto ‘Bizilagunak – La familia de al lado’, promovido por SOS Racismo y el Ayuntamiento de Tolosa, que en su tercera edición ha reunido nada menos que 200 personas en 30 familias de toda la comarca, una cifra que desde su puesta en marcha en 2011 ha ido aumentando, y espera seguir dando continuidad en los próximos años.
El encuentro tiene como objetivo reunir a familias autóctonas e inmigrantes, y se celebró el domingo simultáneamente en Chequia y Portugal. En esta cita solidaria, la figura del dinamizador juega un papel fundamental, ya que se ponen en contacto con las familias, acompañan a los invitados a casa de los anfitriones y ayudan a crear un ambiente más distendido. Entre ellos se encontraban Lourdes y Aratz, personas sensibilizadas con la causa, los dos nexos de unión de los siguientes cuatro protagonistas.
Desde hace tres años, la familia Kandili no ha fallado a su cita anual. Esta familia marroquí afincada en Tolosa desde hace ocho años ejerció de anfitriona el año pasado, es la tercera vez que ha participado en la iniciativa, y esta vez ha acudido como invitada con varios postres artesanales bajo el brazo. «Recuerdo que fuimos una de las primeras familias en apuntarnos. En unas pocas horas, el vínculo que se crea es muy grande, y en un momento sientes como si los conocieras de toda la vida. Nos gusta mantener el contacto con las familias que hemos estado, y por ello tratamos de organizar comidas especiales para enseñarles nuestras costumbres y gastronomía», cuenta Yamila.
El concepto de la ‘familia’, sin embargo, ha cambiado, y lejos de la figura tradicional, al igual que en las pasadas ediciones, se han sumado varios grupos de amigos. Cuenta el anoetarra Aratz, quien dinamizó la comida de dos grupos de amigos en la calle Letxuga, que es la primera vez que ambos se reunían, aunque uno de los miembros había participado anteriormente. «No nos resulta fácil abrir las puertas de nuestras casas, pero para las personas que proceden de otros países no es tan extraño. La realidad va cambiando, pero todavía nos cuesta abrirnos y el factor de ser inmigrante influye. A medida que las horas iban pasando y la gente se iba conociendo, se sentían más a gusto. Es curioso el papel que juega la música, es un instinto universal, y nos sirvió como ayuda en varios momentos», añade.
Estos dos ejemplos han sido parte de las 102 comidas de integración que se han celebrado en Gipuzkoa, de las cuales 15 ya se han celebrado en Tolosa. «Es una invitación a acercarnos, dejar de lado los prejuicios y relacionarnos desde la curiosidad de conocer gente. Ese día hablamos en un mismo idioma, desde los afectos y la cercanía», señala Lourdes.
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