Conseguir que los más de 28.000 ciudadanos extranjeros con residencia oficial en Cartagena culminen su plena integración como piezas importantes del motor de progreso económico, en sectores como la industria cultural y los servicios. Ésta es una de las metas del proyecto DELI, que ayer reunió a expertos españoles y europeos en una jornada de trabajo en el Museo del Teatro Romano.

«Nuestro objetivo es que la diversidad de origen de la población de nuestra ciudad, que tiene un 13% de ciudadanos nacidos fuera de nuestras fronteras, tenga consecuencias económicas. Queremos descubrir cuál es el mejor camino para conseguido», informó el concejal de Empleo, Joaquín Segado, que representó al Ayuntamiento en ese foro.

Entre los ejemplos concretos de los que se habló está el modelo suizo. «En ese país se están creando empresas especializadas en el cuidado de personas mayores, dentro de ese campo de la multiculturalidad», apuntó el concejal. Además, destacó también el establecimiento de autónomos que pueden aportar progreso en el campo de la hostelería y el turismo.

En el debate, que se desarrolló en forma de mesa redonda, participaron también el concejal de Atención Social, Antonio Calderón; el manager Deli del Consejo de Europa, Lilia Klombet; y el director del Grupo de Protocolos de Inmigración, Jan Niessen. Estos dos últimos serán recibidos hoy por el vicealcalde, José Cabezos. También intervino la investigadora de ese mismo grupo, Beth Ginsburg.

Cartagena es la segunda ciudad que, junto a Getxo (Vizcaya), forma parte del grupo del proyecto. Hay otras ocho ciudades europeas implicadas: Viena (Austria), Lisboa (Portugal), Munich (Alemania), Dublín (Irlanda), Bucarest (Rumanía ), Londres (Gran Bretaña) Reggio Emila (Italia) y Rotterdam (Holanda).