Internacional

Obama abre la campaña de 2016 con la regularización masiva de inmigrantes

ABC, emili j. blascocorresponsal en washington, 21-11-2014

Los republicanos preparan el contraataque frente al decreto del presidente


Barack Obama inauguró anoche el curso de agresividad y confrontación política que dominará la política estadounidense los dos años que quedan hasta las presidenciales de 2016. Con prisas porque se le escapa una presidencia que deja fuera parte de su prevista agenda, el presidente norteamericano está acelerando la toma de decisiones al margen del Congreso.


Es lo que un editorial de «The Washington Post» denunciaba esta semana como el «espíritu unilateralista» con el que Obama ha reaccionado después de que el 4 de noviembre los republicanos se hicieran con el control completo del Congreso, algo que será efectivo a partir de enero. Desde entonces, Obama ha cerrado un acuerdo contra el cambio climático con China, que esquiva a un Congreso republicano poco entusiasta de ese asunto, y prepara un posible compromiso nuclear con Irán que tampoco tendría que llevar a la colina del Capitolio.


Pero el aldabonazo es el decreto que autoriza a la permanencia en el país a millones de inmigrantes. «El presidente tiene que entender algo muy importante», le avisó ayer Mitch McConnell, el jefe de la nueva mayoría republicana en el Senado. «Si el presidente Obama actúa desafiando al pueblo e impone su voluntad al país, el Congreso actuará», aseguró. McConnell no adelantó qué medidas podrían aplicar los republicanos, pero siguió en sus advertencias: «Estamos considerando una serie de opciones, pero que no haya lugar a error: cuando los nuevos representantes del pueblo elegidos tomen sus escaños, actuarán».



Los republicanos llevan varios días debatiendo cuál será su respuesta. La sectores más conservadores han estado defendiendo la posibilidad de que el presupuesto federal solo sea financiado a tramos, de manera que cada pocos meses la Casa Blanca tenga que acudir al Congreso para lograr seguir operando la Administración. Piensan que eso «domaría» a Obama, pero la traumática experiencia de ocasiones previas en las que la Administración ha estado en la tesitura de la paralización, debido a desacuerdos presupuestarios, parece haber restado apoyo a esa alternativa.


Otra arma que pueden utilizar los republicanos es negar financiación a los programas directamente vinculados con las medidas adoptadas ahora por Obama en materia de inmigración. De todos modos, la Casa Blanca ha sido cuidadosa en elegir medidas que apenas requieren inversión federal. Por ejemplo, no habrá subsidios ni derecho a sanidad mediante planes públicos por parte de los «sin papeles» a los que ahora, gracias a la iniciativa de Obama, se les exima de la expulsión del país.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)