El impacto de la crisis en los hogares ha sido muy duro, pero aún lo ha sido más en los compuestos por inmigrantes. En el 21 % de ellos, todos los miembros están desempleados, lo que supone duplicar la tasa de hogares españoles que están en esa situación. Más grave aún es el caso del 10 % de las familias extrajeras que no perciben ningún tipo de ingreso.

Y eso que los parados inmigrantes no tienen un nivel de estudios «desfavorable» para el empleo, según explicó el catedrático de Sociología de la Universidad de A Coruña Antonio Izquierdo en unas jornadas sobre inmigración organizadas por el Consejo Económico y Social (CES). Del millón de parados extranjeros que hay en España, más de 633.000 tienen estudios secundarios y 117.000, universitarios. Solo 84.000 son analfabetos o no tienen estudios y 244.000 han cursado estudios primarios. Izquierdo alertó de la necesidad de llevar a cabo una política de integración basada en el trabajo y en la educación.