La pobreza azota a los más débiles: los niños. Los datos hechos públicos ayer por Unicef son dramáticos: el 36,6% de los menores valencianos está en riesgo de pobreza y exclusión (cuatro puntos por encima de la media nacional).

Se trata del primer informe sobre la Infancia en la Comunidad Valenciana, cuyas conclusiones apuestan por su protección con políticas sociales y educativas. Para Unicef, los tres grupos de discriminación efectiva son los niños de familias de etnia gitana, extranjeros y con discapacidad, a los que hay que sumar las familias en situación de desempleo.

Mientras que Unicef cifra en un 26,9% el abandono escolar de los jóvenes (entre 18 y 24 años) y en un 30,4% los alumnos que no llegan a finalizar los estudios de la ESO en la Comunitat, el Consell asegura que la cifra actualizada es del 21,7%. «Existe una clara relación entre pobreza y educación: se multiplica por cuatro la posibilidad de ser pobre si tus progenitores no tienen estudios», puntualizó Marlene Perkins, responsable de Sensibilización y Políticas de Infancia en Unicef. Antes de la crisis, la pobreza infantil estaba asentada en familias inmigrantes y monoparentales, ahora «las familias medias son las más afectadas», afirmó el director ejecutivo de Unicef, Javier Martos.

Unicef también denuncia en su informe los recortes en ayudas de becas y su ilegalidad ya que se vulneran los Derechos del Niño. «En las bases de la solicitud hay un artículo que si los padres tienen alguna deuda no se puede ser beneficiario. Pedimos que se cambie», expuso Perkins. En respuesta, Educación asegura que se destinan 200 millones de euros a ayudas sociales de materia educativa y que para el próximo año se van a recuperar las becas para los libros.

Unicef aprovechó la presentación para reclamar al Consell que ponga de nuevo en marcha el Observatorio sobre los derechos de los niños – en funcionamiento durante dos años en la Comunitat – , así como la figura del Defensor del Menor.