El alcalde de Vitoria, Javier Maroto,
reverdeció ayer su estrategia para
conseguir modificar el sistema
de ayudas sociales en Euskadi con
una propuesta dirigida a los más
de 15.000 jubilados vascos que necesitan
complementar sus bajas
pensiones con las aportaciones de
la Renta de Garantía de Ingresos.
El alcalde y parlamentario vasco
incorporó a su discurso crítico
con las ayudas sociales por la
existencia de fraude y por la mala
gestión realizada por Lanbide
una «propuesta» –término que repitió
hasta una decena de veces–
que permitiría incrementar en 50
euros las pensiones por debajo de
los 700,15 euros establecidos por
el Gobierno vasco como mínimo
para un jubilado que viva solo.
Maroto revitalizó ayer su estrategia
contra la actual normativa de
las ayudas sociales en Euskadi con
un guiño a los miles de jubilados
vascos que pueden compartir su
discurso sobre los defectos de las
condiciones para el reparto de estos
recursos. El alcalde de Vitoria
defendió como un mecanismo para
luchar contra los efectos de la
«pobreza energética» la modificación
del decreto que regula las ayudas
sociales para incorporar un
complemento de 50 euros del que
se beneficiarían los 15.127 ancionos
que ven compensadas sus jubilaciones
con la RGI. El alcalde de
Vitoria justificó esta cantidad al entender
que responde a un coste
medio de la factura pero en ningún
momento aportó datos concretos
para avalar esta cantidad y
no otra. Sin embargo, el alcalde de
Vitoria advirtió que cada vez más
ancianos se ven obligados a recortar
sus gastos en electricidad.
«Muchos jubilados no encienden
la calefacción o tienen que refugiarse
en los centros cívicos para
combatir el frío porque necesitan
sus recursos económicos para
ayudar a otros familiares con dificultades,
y esa ‘pobreza energética’
existe hoy en Euskadi», denunció
Maroto en la explicación de
una propuesta que no requeriría
de ninguna modificación legal.
El parlamentario vasco adelantó
que, convertida en una proposición
no de ley, esta idea tendrá que ser
debatida en el pleno del Parlamento
Vasco. Maroto no desaprovechó
la oportunidad de denunciar el
«portazo al debate» orquestado por
PNV, EH Bildu y PSE que se negaron
a participar en el debate en la
Cámara de otra iniciativa parlamentaria
impulsada por Maroto en
la que se planteaba la necesidad de
introducir cambios en Lanbide. «Es
lo más grave que he visto en mi
corta experiencia como parlamentario
», señaló el alcalde de Vitoria.
«Ortuzar y Aburto aseguran que a
Maroto se le dice no y punto. Es
peligroso porque no me lo dicen a
mí sino a mucha gente que quiere
cambiar la RGI para hacerla más
justa y solidaria», insistió.
El alcalde de Vitoria recalcó
que su propuesta para incrementar
con 50 euros las pensiones
más bajas y con cantidades menores
las que se encuentren en
los límites establecidos por el Gobierno
vasco no exigirán un mayor
desembolso económico porque
derivarían de la recuperación
de una cantidad equivalente del
fraude en estas ayudas y descartó
la idea del consejero Aburto de
crear una específico para garantizar
los servicios sociales.
El alcalde reconoció que la cuantía
de las pensiones la fija el Gobierno
central y llegó a sugerir su
predisposición a que sean más altas
pero pasó de puntillas respecto
a cómo conseguirlo. «Resulta muy
sorprendente escuchar a Javier
Maroto reclamando al Gobierno
vasco que ponga más dinero cuando
el origen del problema de las
pensiones insuficientes de muchas
personas jubiladas no está en
Euskadi. Lo que debería hacer el
PP es anular la reforma de Ley de
Pensiones que aprobó en 2013 y ya
está aplicando», criticó el portavoz
del PNV Gorka Urtaran.