Miguel Macedo sale del Ejecutivo después del escándalo de los Golden Visa por el que han detenido a altos cargos del Estado. Dice no tener responsabilidad en el caso pero cree haber perdido autoridad política

En una corta declaración a la prensa, Miguel Macedo anunció anoche su dimisión al cargo de ministro de la Administración Interna. «Aunque no tengo ninguna responsabilidad personal» en el caso de los llamados visados de oro, «en el plano político las circunstancias son de naturaleza distinta». Considera que su autoridad para el ejercicio pleno de sus responsabilidades «ha quedado disminuida, por lo que tomé la decisión de presentar al primer ministro mi dimisión, que ha sido aceptada».

El caso de corrupción en los procesos de los Golden Visa, conocido como «Operación Laberinto», se hizo público el pasado jueves, cuando fueron detenidas once personas, entre ellas altos cargos del Estado. Ningún miembro del Gobierno está implicado en el caso. Los detenidos están acusados de crímenes de corrupción, blanqueamiento de capitales, tráfico de influencia y malversación, relacionado con la atribución de visados. «No asumo ninguna culpa, no soy personalmente responsable por nada en estas investigaciones», explicó Miguel Macedo. El ya ex ministro afirma haber meditado durante todo el fin de semana sobre su dimisión y agradece al primer ministro la confianza depositada en él. Miguel Macedo garantizó «el respeto por la separación de poderes«. Cree que «debe ser investigado lo que tenga que ser investigado», y los responsables deben ser castigados.

El ex ministro tiene relación profesional con varios de los imputados y su despacho ha sido registrado por la Policía Judicial por el nombramiento de un oficial del Servicio de Extranjeros y Fronteras (SEF).