Cuatro días después del incidente
entre dos vecinos por una discusión
en el centro cívico de El Pilar sobre
los inmigrantes y las ayudas sociales,
la tensión política volvió ayer a
calentar el Ayuntamiento de Vitoria
convulsionado cuando, sobre las
11.00 horas de la mañana, los grupos
de la oposición comenzaron a
presionar al gobierno de Javier Maroto
para que explicara la prohibición
a una extranjera del uso del
transporte público urbano. Un conductor
de Tuvisa –la empresa pública
que realiza este servicio urbano
municipal– decidió el pasado jueves
en torno a las 11.15 horas negar el
acceso al transporte público a una
mujer vestida de negro y que totalmente
tapada no permitía su identificación.
El chófer del bus aseguró
ayer en el programa de ETB-2 ‘Sin
Ir Más Lejos’ (SIML) que no fue capaz
de identificar si bajo este velo
había un hombre o una mujer, alegó
que adoptó la decisión de negarse el
acceso al transporte urbano por razones
de «seguridad» y, durante su
turno de ayer viernes, solicitó a los
usuarios de su autobús que firmaran
en contra del acceso a estos
vehículos de mujeres que viajen
completamente tapadas.
El Ayuntamiento de Vitoria, según
aseguró ayer en rueda de prensa
la concejal y presidenta de Tuvisa
Idoia Garmendia, había abierto
un «expediente informativo» para
aclarar las circunstancias y responsabilidades
en la decisión adoptada
por un conductor de negar el acceso
a una mujer que el pasado jueves
sobre las 11.15 horas de la mañana
pretendía subir a una de las unidades
que realiza la ruta 3 entre el barrio
de Betoño y la calle Zumaquera
cuando se encontraba en una parada
situada en la Plaza San Antón
en el centro de la ciudad. Pese a lo
manifestado por Garmendia, Tuvisa
sólo realizará un «proceso informativo
» para analizar las circunstancias
que rodearon al decisión del
conductor ante una situación no
contemplada en la norma interna.
Los primeros datos apuntan a
que el conductor bloqueó la apertura
del acceso central del vehículo
tras detectar que la mujer de origen
magrebí pretendía acceder con un
«carrito». Además, habría instado a
los pasajeros que pretendían abandonar
el vehículo a utilizar la puerta
de delante para evitar el acceso a
la mujer que no consiguió subir al
autobús ya que éste emprendió la
marcha.
El chófer del urbano, sin embargo,
explicó su versión en ETB-2 tras
decidir llamar al programa SIML
presentado por Klaudio Landa. Según
su versión, observó a la mujer
cuando ya pretendía entrar por la
«puerta de atrás» y decidió prohibirle
el acceso por «seguridad».
El conductor del vehículo transmitió
a través de un inspector de la
empresa su decisión de no permitir
de acceso a la mujer con el objetivos,
según varios testimonios, de
que otros compañeros tampoco le
permitieran el acceso a los autobuses
que circulaban por la zona. El
chófer se incorporó ayer viernes a
su turno en la misma línea y solicitó
en un improvisado documento
conformado por unas cuartillas doblas
en el que solicitaba el apoyo de
los usuarios a su decisión consciente
de una posible sanción por los
responsables de la empresas municipal.
La gerente de Tuvisa María
José Ajuriaguerra explicótras una
reunión extraordinaria del consejo
de Tuvisa que el chófer reitieró que
su tomó su decisión «por motivos
de seguridad para el resto de los
usuarios», una versión que
también repitió durante su
participación en el programa
televisivo. «No soy racista
», señaló el conductor
en una intervención telefónica
en la que reprochó los
comentarios de uno de los
tertulianos al que recordó
que un familiar sufrió la
carga de la Policía Nacional
el 3 de marzo de 1976
en la iglesia de San Francisco
y al que insinuó su
condición de votante de la
izquierda abertzale.
Precisamente fue ayer
el grupo municipal de EH
Bildu en Vitoria quien, a la
espera de la conclusión del
expediente informativo, si
aventuró que el incidente
«apunta a un compormatimiento
presuntamente xenófobo
». Los portavoces
de los grupos de la oposición
reiteraron ayer sus
críticas contra el alcalde
Javier Maroto al que responsabilizaron
de generar
el «caldo de cultivo» de incidentes
como el acontecido
en el urbano de Tuvisa
o el que enfrentó a dos ciudadanos
el pasado lunes
en el barrio de El Pilar de
Vitoria.
Dos incidentes que, sumadas
a las críticas por la
intención del PP vasco de
impulsar la modificación
de la normativa de las ayudas
sociales, serán utilizadas
por los grupos de la
oposición en la comisión
de investigación sobre la polémica
de las ayudas sociales en Vitoria
que arrancará la semana entrante.La bronca política está servida.

NORMAS
EL REGLAMENTO ELUDE
REFERENCIAS AL ASPECTO
El reglamento de uso del servicio
urbano de Tuvisa no hace ninguna
referencia como posible causa de
prohibición el llevar una prenda que oculte
total o parcialmente la identidad de una
persona. El artículo 75 de esta norma que
determina cuatro casos prohibiciones que
no pueden abarcar toda la causística a la
que se enfrenta un conductor que es el responsable
tanto de los pasajeros como del
vehículo. Los cuatro supuestos especificados
en el reglamento de Tuvisa se refieren
a la prohibición de portar bultos que no
puedan ser soportados por el propio usuario
molestando al resto, portar animales
salvo los ‘perros guía’ de los ciegos, llevar
explosivos y estar en un estado que «atente
» contra el respeto al resto de usuarios.