Osakidetza dará a los inmigrantes irregulares una tarjeta que les garantiza la asistencia
La 'txartela' sanitaria es como la de cualquier ciudadano, pero en el reverso advierte que sólo es válida en Euskadi
El Correo, , 12-11-2014Osakidetza comenzará a distribuir esta misma semana una tarjeta individual sanitaria (TIS) a los alrededor de 17.000 inmigrantes en situación irregular que viven en Euskadi, siempre que lleven un año de empadronamiento continuado y tengan unos ingresos inferiores a la Renta de Garantía de Ingresos (RGI). Así lo anunció ayer el consejero de Salud y Consumo, Jon Darpón, en el Parlamento vasco, en donde compareció para explicar el proyecto presupuestario de su departamento para 2015.
Hasta el momento, a los extranjeros sin papeles se les entregaba una acreditación en la delegaciones territoriales de Sanidad para ser beneficiarios del Servicio Vasco de Salud. A partir de ahora dispondrán de una ‘txartela’ de plástico. Darpón informó de que el formato es idéntico al de la TIS de cualquier ciudadano en su cara principal porque «se trata de no discriminar». Pero en el reverso tiene una leyenda en la que se dice que su utilización es sólo válida en Euskadi. Esta información evita crear problemas en otras comunidades autónomas que no atienden a los extranjeros sin papeles desde septiembre de 2012. En esa fecha entró en vigor un real decreto del Gobierno central que les excluye de la asistencia sanitaria, salvo que se trate de menores de edad o de embarazadas.
Con la entrega de la nueva tarjeta, el Ejecutivo vasco busca, en primer lugar, cumplir su promesa de ofrecer un servicio universal que no excluye en función del origen de las personas. Además, facilita la labor de los profesionales que les atienden. Euskadi ha decidido diseñar una tarjeta específica para este colectivo, una vez que el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco rechazó el recurso planteado por el Gabinete Rajoy contra la orden vasca que regula la asistencia sanitaria a personas de otros países en situación irregular. Para los extranjeros que no llegan al año de padrón, la normativa de Osakidetza les asigna un médico en los centros de atención primaria.
En su comparecencia parlamentaria Jon Darpón detalló las grandes números de su cuentas para el próximo año. De cada 100 euros de la Administración vasca, Salud se lleva nada menos que 31,9. Esto significa que es el departamento mejor dotado al disponer de 3.390,5 millones de euros (crece un 1,1%).
De este montante, a Osakidetza van a parar 2.557,8 millones: la inmensa mayoría 2.511 millones es para gastos de funcionamiento y 46,7 millones para inversiones. La nómina de la mayor empresa vasca, ya que da empleo a más de 30.000 personas, cuesta 1.751 millones. En esta partida se recogen los casi 5 millones que se destinarán a euskaldunizar al personal. Asimismo, se reserva una partida para convocar dos ofertas públicas de empleo, una a final de este año y otra en 2015, aunque se celebrarán a la vez.
Dos aceleradores lineales
En una época de crisis económica, la gestión del dinero público se centra en atender lo importante y huir de lo que puede ser accesorio. Por ello, el capítulo de inversiones se tiene que conformar con 46,8 millones. Frente a los números de diez cifras, esta cantidad parece una insignificancia, pero servirá para mejorar las instalaciones del Hospital Universitario de Álava (4,9 millones) o las del de Basurto (9,3), así como para proseguir con la construcción del hospital de Eibar (5,1), que estará terminado en 2016.
En equipamientos destaca la compra de dos aceleradores lineales, uno para Cruces y otro para Basurto. Darpón no pudo detallar cuál será el coste de estos dos equipos, destinados a tratar mediante radioterapia a los enfermos de cáncer. El concurso para adquirirlos saldrá a final de año.
Para el gasto de recetas se reservan 487,4 millones, es decir, un 2% menos que para este año. Y es que la extensión de los genéricos y la prescripción electrónica han permitido contener esta factura. Sin embargo, el desembolso aumentará a en farmacia hospitalaria. La factura de unos 200 millones anuales crecerá un 4,4% debido a los carísimos tratamientos para la hepatitis C y las enfermedades oncológicas.
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