La Guardia Civil ha interceptado a un inmigrante oculto en el doble fondo de un vehículo en la frontera de Beni-Enzar, entre Melilla y Marruecos, según ha informado a Europa Press un portavoz de la Comandancia melillense.

La intervención se ha producido durante el control de un vehículo marca Renault, modelo Laguna, de color gris y matrícula marroquí, que en esos momentos accedía a la ciudad española procedente de Marruecos ocupado “a primera vista” por su conductor.

Sin embargo, al iniciarse el reconocimiento por la zona del salpicadero, el agente que realizaba el registro apreció cierta anomalía que levantó sus sospechas, en este caso apreciaron “un fuerte olor a perfume”, que emanaba de su interior.

Ante la evidencia que podía haber sido manipulado, optó por su apertura, localizando el doble fondo construido por las mafias que trafican con seres humanos, lugar donde habían colocado “una chapa enmoquetada en toda su extensión” y allí enclaustrada a una persona en su interior.

Para su extracción, se procedió a “arrancar el salpicadero”, y una vez en el exterior, recibió primeros auxilios por parte de los guardias civiles actuantes, sin que fuese necesario atención médica ya que se logró estabilizar de los síntomas que presentaba y aquejaba, consistentes en “entumecimiento en sus articulaciones” y “respiración agitada”.

El portavoz ha precisado que el doble fondo construido es un lugar hermético, no cuenta con ningún tipo de ventilación, y “puede que la persona allí oculta llevase muy poco tiempo allí introducida, ya que no presentaba un cuadro de síntomas graves como ha ocurrido en otras ocasiones”.

Asimismo, ha subrayado que la razón que se atribuye para la impregnación del “perfume”, cosa novedosa, “se intuye que puede ser para evitar la posible localización por parte de los canes del servicio Cinológico, adiestrados en la localización de personas ocultas”.

La persona auxiliada a salir es un varón indocumentado, que dice proceder de Guinea Conakry, de unos 24 años de edad, y que ha pasado a disposición judicial en calidad de testigos y posteriormente se le ha aplicado la vigente Ley de Extranjería.

El conductor detenido es un ciudadano de nacionalidad holandesa, originario de Marruecos, donde tiene su domicilio en la vecina localidad de Nador, de 50 años de edad, que ha sido puesto a disposición judicial como supuesto autor de un delito contra los ciudadanos extranjeros, conocido en el argot, como de “tráfico de personas”.