Galicia : La Xunta insta a los padres de 100 niños porriñeses a escolarizarlos

La ausencia de los comerciantes expulsados empieza a notarse en las ferias

La Voz de Galicia, Luis Carlos Llera , 11-11-2014

Los padres de un centenar de menores que iban a clase en O Porriño y Tui se marcharon el pasado fin de semana de sus domicilios habituales y han emprendido el camino del destierro. Aunque algunas de estas personas han recalado en el área de A Coruña, la mayoría se ha marchado a lugares fuera de la comunidad. Los principales destinos han sido las provincias castellanoleonesas de Zamora, Palencia y Valladolid, y también Cantabria. Otros padres gitanos incluso se han desplazado más lejos en busca del calor mediterráneo de Castellón, donde piensan que pueden encontrar oportunidades en la venta ambulante.

Ante esta situación, la Xunta decretó ayer que los padres «tendrán que escolarizarlos en sus nuevos lugares de destino».

En total se han ido unas 410 personas de los municipios de Vigo y Tui con las que viajan este centenar de menores. La mayoría de ellos, 78 en total, son alumnos del colegio público integrado Ribeira de Louro, que ha quedado diezmado puesto que desde ayer cuenta casi con un tercio menos de alumnos. «A los compañeros de estos chicos no ha habido que explicarles nada porque conocen bien la problemática», señala el director del centro educativo, José Antonio Martínez.

Además de los menores también se han marchado más de veinte alumnos adultos que estaba realizando estudios para obtener el certificado de estudios primarios o estaban cursando la enseñanza secundaria obligatoria.

Las familias que se han marchado lo han hecho en solidaridad con cuatro pastores evangélicos que tuvieron un enfrentamiento con otros vendedores.

El exalcalde de O Porriño, Raúl Francés, que capitaneó una movilización popular para evitar el éxodo de estas personas, señaló ayer que el exilio de estas personas «es un fracaso del Estado de Derecho». Entiende que «hay un fallo cuando al gente se tiene que ir porque no se la garantiza protección». Justo López, un ciudadano preocupado por este conflicto señala que los gitanos gallegos «viven con miedo». Sinaí Giménez, representante de la denominada casa real gitana, asegura que respeta a «todos los gitanos por igual» y dice que los conflictos los resuelven los consejos de ancianos.

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