El alcalde, Javier Maroto, ha estallado este fin de semana frente a aquellas voces “minoritarias”, en su opinión, que le tildan de “racista y xenófobo” por abanderar una campaña para la modificación de la RGI que evite los abusos y ponga coto a pagos irregulares, que se han cifrado ya en más de 80 millones de euros, según datos por propio Gabinete Urkullu. El regidor vitoriano, que ha lanzado una batería de reflexiones en las redes sociales, modula su mensaje tras los acontecimientos de la semana pasada, que le han valido acusaciones de responsabilidad por parte de toda la oposición y una parte de la socierdad alavesa: la agresión entre dos vitorianos tras el menosoprecio de uno de ellos a unos paquistaníes y la decisión de una chófer de Tuvisa de prohibir el acceso al autobús a una mujer cubierta con burka.

Tras estos dos incidentes, la oposición al completo y parte de la sociedad le han acusado de ser el “responsable intelectual” de lo que definen como un clima de sentimientos contrarios a los inmigrantes que subsisten gracias a las ayudas sociales en Euskadi. A Maroto se le acusa de haber prendido al llama al calificar a los magtrebíes de ser un colectivo “que no quiere trabajar” y que “vive exclusivamente de las ayudas sociales”

Este el mensaje íntegro del regidor del PP.

“Estoy cansado de oír y escuchar a una minoría que se empeña en llamarme racista y xenófobo. A ellos va dedicado lo siguiente:

1. – El color de la piel o el acento con el que se hable euskera o castellano no hace ni mejor ni peor a nadie.

2. – Inmigrante no es igual a fraude. Hay muchas personas de otros países que quieren trabajar e integrarse. Tienen todo mi apoyo.

3. – Los abusos en las ayudas sociales también se comenten por nacionales. Ese fraude ha de evitarse de igual manera.

4. – Pido que se elimine el fraude y los abusos, reconocidos por todos, en la RGI. No pido que se elimine la RGI.

5. – No planteo ningún recorte de derechos. Exijo que el dinero de los abusos se dedique a ampliar la cobertura de quien lo necesita.

6. – La corrupción en la política (incluido el PP), o el fraude fiscal, me repugnan igual o más que el fraude en las ayudas sociales.

7. – Negar los datos oficiales publicados de los abusos o decir ‘No, y punto’ a cambiar la ley de la RGI genera frustración y tensión entre quienes vemos a diario lo que pasa en la calle".