Desde la Avenida de Tolosa

Ciudadanos de tercera

Diario de noticias de Gipuzkoa, Por Adolfo Roldán, 07-11-2014

El trato dado a los 23 inmigrantes llegados el miércoles en patera a la playa de Punta de Maspalomas (Gran Canaria) fue denigrante, vergonzoso, bochornoso, inhumano, y no se justifica de ninguna manera. La Delegación del Gobierno de Canarias, el Ministerio del Interior, el Cuerpo Nacional de Policía, la Cruz Roja, la Dirección General de Salud Pública y el Gobierno Autonómico se pasan la patata caliente sin que nadie quiera asumir la responsabilidad de lo ocurrido. Pero es evidente que culpables los hay, aunque ahora pretendan camuflarse y escurrir el bulto. El grupo de inmigrantes llegó a la playa del sur de Gran Canaria hacia las 9.00 horas de la mañana sin que la Policía les detectara, evidenciando una falta de control de las costas canarias. Bajaron de la patera ante la sorpresa de los bañistas que aprovechaban los matutinos rayos de sol y se tumbaron exhaustos en la arena. Voluntarios de la Cruz Roja acudieron en su ayuda, pero al detectar fiebre alta en cuatro o cinco de los inmigrantes, formaron un cordón de seguridad en torno a ellos y dieron aviso a la Dirección General de Salud Pública, que tardó cinco horas en llegar. Durante ese tiempo permanecieron abandonados a la caridad de los asistentes que les dieron desde la distancia bocadillos, toallas, agua, etc. Al final, acudió el equipo sanitario que, tras confirmar que ninguno procedía de los países con epidemia de ébola, y comprobar que la fiebre se debía al cansancio y a las duras condiciones del viaje, dieron por zanjada la situación. Los tres más débiles fueron trasladados en un jeep de la Cruz Roja al hospital, mientras los otros 20 fueron obligados por la Policía a subir a un camión de basura, de la empresa Urbaser, siendo trasladados a la Comisaría para su identificación y expulsión. Es evidente que para el Ministerio del Interior hay ciudadanos de primera, de segunda y de tercera. Los “sin papeles”, son personas “sin derechos”, “presuntos delincuentes”, “esquilmadores de la RGI”, “gente de mal vivir”, “invasores de nuestra cultura” y ahora “portadores del ébola”.

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