Una universidad de Londres concluye que los inmigrantes de la UE aportan dinero al Reino Unido
El balance entre los beneficios sociales que reciben y lo que pagan en impuestos arroja un saldo de 5.000 millones de libras para las arcas públicas
ABC, , 06-11-2014A raíz del éxito del partido populista eurófobo UKIP, que ganó las elecciones europeas y puede dar la sorpresa en la generales de mayo, la inmigración se ha situado en el centro del debate político en Reino Unido. Cameron, temeroso de que UKIP le robe votos en su franja más conservadora, ha hecho guiños de mayor control de las fronteras y ha cultivado el discurso más o menos antieuropeo. En ese entorno, el University College de Londres acaba de publicar su estudio «Los efectos fiscales de la inmigración europea» y el resultado es un jarro de agua fría para los xenófobos. El informe estudia la contribución y beneficios recibidos en el Reino Unido por los inmigrantes de los diez países que ingresaron en la UE en 2004, entre los que figuraban Hungría, Polonia o la República Checa. El resultado es que en el período 2004-2011 aportaron 5.000 millones más en impuestos de lo que consumieron de los servicios públicos británicos. Es decir: la tan vituperada inmigración y el mantra de que se aprovechan de las ayudas sociales del Reino Unido no es real, sino todo lo contrario, dejan dinero en el país.
El informe, que ha sido publicado por la Royal Economic Society, ha sido contestado por el ministro de Inmigración, James Brokenshire, que acusa a la universidad de haber hecho un «enfoque estrecho» e incompleto. Según el ministro no habrían recogido toda la oferta pública que utilizan los inmigrantes, como carreteras, escuelas y hospitales.
El estudio derriba también el mito de que los inmigrantes son unas auténticas sanguijuelas de los subsidios. Los trabajadores llegados de la UE al Reino Unido recibieron un 43% menos de ayudas fiscales en comparación y un 7% de viviendas sociales. Además, su formación educativa era levemente superior a la media británica. Pero todos estos datos empíricos no harán seguramente mucho frente a la munición populista del exitoso Nigel Farage, el lenguaraz líder de UKIP, adorado por el inglés medio por su aire de hombre común amigo del pub y el cigarro.
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