Cruce de acusaciones por el despropósito
Canarias 7, , 07-11-2014Todas las instituciones se tiraban ayer la piedra de la culpa sobre la gestión de la llegada de una patera con 21 personas en su interior. La Delegación del Gobierno dice que el médico del Servicio de Urgencias Canario llegó demasiado tarde y reprocha a la Policía Nacional que utilizara un camión de limpieza. La Dirección General de Salud Pública recuerda que no es su competencia atender a los seres humanos que llegan sin papeles a nuestras costas y que, si llegó tarde, es porque recibieron hasta tres informaciones distintas en tres horas. La Policía Nacional asevera que no tenía medios y que el Ayuntamiento, por orden expresa de su alcalde, no permitió utilizar los vehículos municipales, que ya estaban allí, para trasladar a estas 21 personas de manera digna. Conclusión: seres humanos tirados al sol, sin intimidad, sin comida hasta cuatro horas después de su llegada y rodeados de policías con mascarillas a pesar de estar a más de diez metros de distancia.
La cuestión es que todas las partes implicadas han realizado reuniones para coordinarse y crear un protocolo. Pero según confiesa José Díaz-Flores, director general de Salud Pública del Gobierno de Canarias, en las mismas cada uno exponía lo que tenía que hacer. Nada se sabe de cómo actuar en conjunto.
«Hay que mirar hacia adelante y aprender de los errores, esto ha sido como un gran simulacro», sostiene Díaz-Flores, «ahora nos reuniremos y mejoraremos las formas de actuación», concluye. De cualquier forma, el director general insiste en que no es competencia del Gobierno de Canarias participar en estos sucesos. «Pero colaboramos por responsabilidad», sentencia.
La delegada del Gobierno en Canarias, Carmen Hernández Bento, no quiere «entrar en polémicas» pero asegura que la culpa es del médico del SUC que «llegó a la una de la tarde cuando Cruz Roja avisó a las 9.30 horas».
Díaz-Flores indica que fue el cruce de informaciones la que retrasó la atención. Primero se les dijo que las personas llegaron de Guinea Bissau, un país libre de ébola. «Al llegar al faro, nos dicen que son de Guinea Conakry», añade.
Está en el mapa del ébola, por lo que se envió a un nuevo equipo médico, con una ambulancia preparada para la enfermedad. Cuando llegaron, les indicaron que llevaban más de un año en Marruecos esperando para embarcar hacia Canarias, así que ya no hay ébola. En ese momento, el Gobierno de Canarias pide a la Policía Nacional que envíe un traductor para aclararse y este estaba en Las Palmas de Gran Canaria. Y cinco horas al sol. «A nadie de la Delegación se le ocurrió mandar a un traductor desde el principio», denuncia Díaz-Flores.
Finalmente, la fiebre era causada por el duro viaje y llevaban un año en el Sáhara esperando su oportunidad, por lo que solo quedaba trasladarlos a la comisaría o al hospital. Y el Ayuntamiento se negó a ceder sus vehículos y aportaron un vehículo de limpieza para alcanzarles hasta el faro. Algo que Hernández Bento rechaza de plano. «Nunca habría autorizado algo semejante», asevera, «y por eso he pedido un informe al Jefe Superior de Policía», añade.
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