LAS PALMAS – Tras pasar casi cinco horas aislados al sol, el grupo de 23 inmigrantes subsaharianos que fueron apartados en una playa de Maspalomas en la isla de Gran Canaria, fueron trasladado en un camión de basura desde una playa canaria por sospecha de que pudieran estar contagiados por el virus del ébola.

El presidente del Gobierno canario, Paulino Rivero, calificó ayer de “bochornoso” el traslado efectuado y pidió una explicación al Ministerio del Interior. En una rueda de prensa, Rivero manifestó que las imágenes de este traslado son “lamentables” y que no se puede entender el trato “inhumano” que se ofreció a estas personas que llegaron a la isla en busca de un futuro mejor.

Rivero indicó que Interior además debe explicar el motivo por el que la patera no fue detectada antes de su llegada a la Punta de Maspalomas, y, en este sentido, cuestionó la seguridad en el control de las costas canarias. Según Rivero, si se hubiera detectado la patera en el mar, la actuación con los inmigrantes hubiese sido otra.

El presidente canario también anunció que su Gobierno ha solicitado un informe sobre la actuación sanitaria que recibieron los inmigrantes, que estuvieron cinco horas retenidos en la playa, pues la dilación en su atención médica tampoco es “razonable” y se pretende conocer cuál es el mecanismo que falló.

Por su parte, la delegada del Gobierno en Canarias, María del Carmen Hernández Bento, calificó el hecho de “inaceptable” y solicitó un informe por escrito, al considerar que la imagen “no” le parece que “se justifique de ninguna manera”. – DEIA/Efe