pamplona – La actividad de las Urgencias pediátricas del Complejo Hospitalario de Navarra (CHN) se vio anoche alterada por la llegada de un niño con síntomas que, en principio, parecían compatibles con un posible caso de ébola. El menor, de 7 años, procedente de Guinea-Conakry, uno de los países afectados por el brote del virus, presentaba fiebre y dificultad respiratoria, según fuentes sanitarias, pero fue dado de alta por la noche y enviado a su domicilio al no cumplir los criterios para ser considerado como caso sospechoso, a diferencia de lo ocurrido el pasado 11 de septiembre, cuando Navarra activó por primera vez el protocolo, aunque finalmente se confirmó que se trataba de un caso de malaria y no de ébola.

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