La integración sale al campo de juego

Un total de 24 equipos de distintas nacionalidades disputan 'El Mundialito', un encuentro de fútbol para el acercamiento de los colectivos de inmigrantes de Málaga

Diario Sur, ADRIÁN MEDINA , 02-11-2014

El acercamiento entre los extranjeros se trabaja a golpe de balón en Málaga. Desde este domingo la ciudad celebra en el estadio Olímpica Victoriana el tradicional ‘Mundialito sin fronteras’, el campeonato de fútbol entre los colectivos de inmigrantes que residen en la ciudad. El objetivo, fomentar la integración y la convivencia pacífica a través del deporte.

La iniciativa surgió de los propios colectivos de extranjeros, que venían reclamando a la ciudad un espacio de encuentro. Una petición de la que el Ayuntamiento se hizo eco a través del área de Participación Ciudadana, Inmigración y Cooperación al Desarrollo, que en colaboración con los colectivos deportivos de la ciudad dieron forma al evento. “El deporte es la coartada o la excusa para dar forma a un espacio intercultural” explica María del Valle Jodar, representante del área de Participación Ciudadana que asistió a la apertura del campeonato.

Pese al diminutivo, el Mundialito no tiene nada que envidar a la Copa Mundial. En esta octava edición participan 24 equipos de distintas nacionalidades y tres continentes, desde Marruecos a Bolivia, pasando por Nigeria, Argentina, México, Brasil, Ecuador, Rumanía o Ucrania. “El deporte siempre aúna, los jugadores también vienen con sus familias, y se crea une espacio lúdico y de participación” asegura Jodar. Para avanzar en la integración en su nacionalidad de acogida, en el Mundialito juegan también equipos malagueños.

Experiencia beneficiosa

Los inmigrantes que participan en el campeonato certifican su valor para acercar culturas. “La convivencia está de maravilla. Yo creo que a Málaga le hacía falta un Mundialito como este para unir a los extranjeros” afirma Marius Sorin Nasui, jugador del equipo de Rumanía. Él lleva ya cuatro años jugando, en lo que considera una experiencia muy beneficiosa.

De la misma opinión es Mourad Boussafer, del Marruecos, uno de los equipos que abre la competición en su encuentro con Paraguay. El suyo quedó tercero el año pasado, y esperan mantener el nivel en esta edición. “Pero lo importante no son lo resultados, hay que jugar y pasarlo bien” asegura.

Entre los veteranos la visión es más negativa. Rashid Suleiman, del Togo, entró en el campeonato cuando iba por su segundo año. En aquel entonces, recuerda, había más equipos y más apoyos económicos para los participantes. “Ahora hay muchos que se han ido fuera de España, y antes también daban dinero para comprar comida, ahora con la crisis no” asevera.

La crisis, confiesa María del Valle Jodar, ha sido un hándicap en los últimos años del Mundialito. “Con las dificultades económicas, y las aportaciones cada vez menores, hemos sacado de donde no se podía y con los costes mínimos”. Aun con todo el Ayuntamiento aún mantiene algunos servicios sociales gratuitos, como la presencia de una abogada experta en extranjería que asesorará a los inmigrantes.

El Mundialito seguirá celebrándose los domingos hasta el 18 de diciembre, día en que se celebrará la final coincidiendo con el Día Internacional del Migrante. Entonces, además, habrá un encuentro multicultural en que cada nación dará a conocer sus tradiciones al resto con puestos de gastronomía, productos típicos y bailes. “Un final de año con el que hacemos la traca final” explica Jodar. Asimismo, junto a la final tendrá lugar el llamado ‘Tercer Tiempo’, un encuentro destinado a los más pequeños y a sus familias. Todo para que la convivencia siga rodando al ritmo del balón.

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