La Guardia Civil detiene a otras cuatro personas más por las agresiones a los dueños de una floristería

La Guardia Civil en el marco de las actuaciones que está desarrollando en la localidad de Bujalance ha detenido a otras cuatro mujeres, en relación con la agresión sufrida por un matrimonio propietario de una floristería en dicha localidad. En total ya van diez detenidos por la oleada de altercados en las últimas semanas.

Según informó el Instituto Armado en un comunicado, las primeras investigaciones permitieron identificar y detener el pasado 24 de octubre a tres de las agresoras, vecinas de la localidad. El avance de la investigación ha permitido en la mañana de este viernes localizar y detener a otras cuatro mujeres, que también habían intervenido supuestamente en los hechos.

Con estas detenciones la Guardia Civil da por concluida la investigación iniciada a raíz de este hecho, si bien mantendrá en la zona el dispositivo de seguridad iniciado hace algunas semanas.

Por otro lado, la Guardia Civil, en el marco de las actuaciones que está desarrollando en Bujalance con motivo de la oledada de actos violentos, detuvo el jueves a una persona por un delito de incitación a la violencia por difundir, a través de las redes sociales, mensajes cuyo contenido promovía el racismo.

El detenido, que ha sido puesto a disposición del Juzgado de Instrucción de Guardia de Montoro, fue localizado una vez que los agentes rastrearon los mensajes de contenido xenófobo contra los vecinos de etnia gitana del municipio. Además, también se tomó testimonio a varios sospechosos que pudieron ayudar a saber quién era el autor material de los mensajes publicados en las redes sociales y vía Whatsapp en el teléfono móvil.

Al respecto, el subdelegado del Gobierno, Juan José Primo Jurado, mostró ayer su «rechazo ante las llamadas y mensajes en redes sociales, con el objetivo de que se retiren las ayudas sociales a los colectivos gitanos». Según Primo Jurado, «son una incitación al racismo», avanzando que, «si persisten, la Guardia Civil, tendrá que actuar hasta saber de dónde vienen».

La última agresión, producida el pasado miércoles en la calle Ronda del Sur, que se ha saldado con la imputación de las dos mujeres implicadas, Esther Navarro, de 22 años, y otra vecina de Bujalance, está sumiendo al municipio en un estado de inseguridad vecinal «como nunca hemos tenido en el pueblo», apuntó un hombre, con miedo a identificarse tras el aumento de la tensión entre los vecinos del municipio y ciertos grupos de etnia gitana.

Y es que, continuó, los enfrentamientos, tres en poco más de una semana, «deben llegar a su fin, para que Bujalance recupera su verdadero espíritu, el de un pueblo trabajador y humilde».

Por su parte, Primo Jurado quiso aclarar que «este incidente podría haber ocurrido en cualquier punto de la provincia de Córdoba», en relación a la última agresión. La pelea, explicó, «se ocasionó a partir de una discusión vecinal por unas goteras», por tanto, «es un hecho aislado, pero como ha ocurrido en Bujalance y hay esta alarma, pues se ha levantado más inquietud», señaló. De hecho, «se han denunciado las dos, por lo que no hay que incidir en el carácter racial de una de la dos vecinas», recriminó.

Primo Jurado, volvió a solicitar «sensatez, calma, convivencia y sentido común» para, siguió, «no echar más gasolina a la tensión que ya hay en Bujalance», recordando que «hubo unos incidentes graves y desgraciados por los que hay cinco detenidos».

El diputado nacional del PSOE Antonio Hurtado consideró ayer, por su parte, que el problema en Bujalance «no es de convivencia, pero no se puede garantizar porque no cuenta con los recursos suficientes», tal y como trasladó en el Congreso. Así, exigió al Gobierno central que «se dote al cuartel de la Guardia Civil las las plazas vacantes: 6, hasta llegar a las 21, para mejorar la seguridad».