En lo que va de año, según el Ministerio del Interior, se han registrado 17000 intentos de entrada por la valla de Ceuta y Melilla. Ante esta realidad, el secretario de Estado de Seguridad ha justificado la legalidad de las ‘devoluciones en caliente’ que practican la Policía y la Guardia Civil en la frontera.

El Gobierno sostiene la necesidad de custodiar los límites del territorio español ante “asaltos que no son aislados” y rechaza que exista un derecho a entrar de manera irregular en un país. “Creo que no se puede esperar de un estado que permanezca impasible ante actos que vulneran la legalidad”, ha argumentado Francisco Martínez.

De esta manera, el Ejecutivo mantiene la modificación de la Ley de Extranjería. Se trata de que no existan lagunas legales cuando los agentes rechacen a los inmigrantes nada más tocar suelo español. Una práctica que han denunciado numerosas ONG, Amnistía Internacional y algunos expertos juristas al considerar que toda devolución debe estar motivada. También la ONU ha expresado esta semana su preocupación a través de la Agencia para los Refugiados (ACNUR).

El secretario de Estado de Seguridad ha hecho frente, en la Comisión de Interior del Congreso de los Diputados, a las críticas de la oposición. “Las causas humanitarias me merecen todo el respeto, pero no se puede permitir una isla de impunidad”.

El Gobierno sitúa además tras este fenómeno a las mafias organizadas y asegura que admitir la entrada irregular de extranjeros sería tanto como “seguir el juego” y consolidar el éxito de estas organizaciones criminales.

En 2014, alrededor de 2000 personas han logrado entrar en Melilla a través de la valla. Una cifra que dobla la registrada el año pasado. Es el balance de inmigración irregular que ha presentado el Ejecutivo y que recoge, por otro lado, un descenso del 15% en las llegadas a las costas españolas vía marítima en 2013.