Una treintena de legisladores demócratas expresaron hoy al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, su preocupación por la situación de las madres y niños inmigrantes que llegaron a la frontera sur este verano y que ahora están en centros de detención.

En una carta al mandatario, 32 demócratas de la Cámara de Representantes criticaron la construcción de más centros de este tipo, y cuestionaron si la situación en la que se encuentran es la adecuada bajo las leyes estadounidenses.

“Al índice actual, dentro de un año esta Administración habrá incrementado la capacidad de detener a mujeres y niños inmigrantes en más de un 4.000 por ciento”, alertaron los legisladores, liderados por la representante por California Zoe Lofgren.

“Como establece la ley, es necesario que haya una mejor evaluación sobre el terreno para supervisar y evaluar apropiadamente (la situación) de estas mujeres y niños, muchos de los cuales huyen de la violencia, la tortura o la persecución en Centroamérica”, solicitaron los legisladores.

Asimismo, el grupo de demócratas preguntó al presidente si el Gobierno está considerando cuáles serían las condiciones de los detenidos en caso de que regresen a sus países.

Más de 60.000 niños no acompañados llegaron a la frontera sur de Estados Unidos entre octubre de 2013 y este verano, cuando aumentó considerablemente la afluencia de inmigración infantil, superando la capacidad de las autoridades estadounidenses para hacer frente a esa avalancha.

En su mayoría, proceden de Guatemala, Honduras y El Salvador, países con altos índices de criminalidad.

“Nos preocupa que la aplicación actual del proceso de selección ante una amenaza creíble en los centros de detención pueda ser errónea, y que esto suponga la deportación de las familias a los países de origen, donde pueden enfrentarse a persecuciones y torturas”, añadieron los demócratas.

Los legisladores también aludieron en la misiva a la capacidad de estas instalaciones para albergar y cuidar a menores de manera adecuada, mientras sus madres tratan con las autoridades migratorias.

Muchas madres, alertaron, han tenido que hacer sus alegaciones por amenazas frente a sus hijos, o éstos han quedado al cargo de guardias sin formación en cuidado infantil.

El Gobierno estadounidense abrirá próximamente un nuevo centro de detención en Texas, la cuarta instalación de este tipo dirigida por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y que contará con 2.400 camas, el más grande del país.

Los pequeños que cruzaron la frontera completamente solos están a cargo del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por su sigla inglés).