Las cifras de la discordia

Los inmigrantes no cobran más que los nacionales y son menos de lo que parece

El Mundo, I.R./Vitoria, 26-10-2014

El alcalde de Vitoria, Javier Maroto,
muy hábil en comunicación y muy
bien asesorado, ha sabido fijar deter-
minados mensajes en la opinión pú-
blica en su campaña para endurecer
el acceso a las ayudas sociales. Y el
debate realmente está calando en la
capital vasca, donde pronto el PP
empezará a recoger firmas a través
de una plataforma ciudadana para
modificar la Ley de Garantía de In-
gresos, aprobada en 2008 y reforma-
da en 2011 siempre con el voto a fa-
vor de los
populares
.
Una de las ideas-fuerza de Maro-
to es que «en muchas ocasiones hay
ilegales que no han trabajado nunca
y que cobran una ayuda muy supe-
rior a la pensión de quien ha traba-
jado 40 años deslomándose por su
familia». Pero, ¿realmente cobran
más los foráneos que los de aquí
cuando acuden a Lanbide?
En el País Vasco, en primer lu-
gar, no hay ayudas específicas pa-
ra extranjeros y, es más, se prima
por ley a los pensionistas, mayori-
tariamente autóctonos. Por ejem-
plo, un magrebí que viva solo co-
braría 616 euros y un pensionista
guipuzcoano en la misma situación
percibiría 700. ¿Cuál es el
truco
?
Que el inmigrante cobra normal-
mente la prestación íntegra de las
arcas autonómicas y al pensionista
Lanbide sólo le paga una parte de
ese dinero porque el resto es su
pensión de la Seguridad Social,
que también se paga con fondos
públicos porque normalmente no
es contributiva –no ha sido sufra-
gada con sus cotizaciones–. «Lo
que la renta de garantía de ingre-
sos garantiza es un umbral que es
igual para todos y más alto para
los pensionistas. Un inmigrante so-
lo nunca va a cobrar más que una
viuda», puntualizan desde Lanbide.
Ocurre lo mismo en el ejemplo
del español que tiene un trabajo
precario y el inmigrante parado.
El nacional percibiría, además de
su sueldo, una parte de la ayuda
hasta llegar al umbral de 616 eu-
ros, mientras que el inmigrante
sin ningún ingreso recibiría el
100% de la prestación. Las cuan-
tías oscilan también en función
del número de miembros de una
familia y, entre los inmigrantes, la
tasa de natalidad suele ser más
alta que entre los locales.
Todos esos factores explican
que, según los datos enviados por
el Gobierno al Parlamento a instan-
cias de Maroto, el subsidio medio
sea de 535 euros en el caso de los
españoles y, por citar las nacionali-
dades señaladas por Maroto, los ar-
gelinos perciban un promedio de
643 euros y los marroquíes 642.
Por las redes sociales han circula-
do también recibos de hasta 2.400
euros ingresados en cuentas co-
rrientes de magrebíes. La ayuda má-
xima (familia monoparental de más
de tres miembros con complemento
de vivienda) sería de 1.170 euros.
Cuando se paga más dinero es por-
que se han dejado de abonar varias
mensualidades por problemas de la
Administración. En ocasiones, se ha
llegado a tardar hasta ocho meses
en pagar el subsidio concedido.
Otro de los
trucos
de Maroto es
destacar el elevado número de in-
migrantes cobrando ayudas en
función de su peso en la pobla-
ción. En el informe que solicitó en
el Parlamento pidió limitar el aná-
lisis a los beneficiarios en edad de
trabajar, sacando del recuento a
los pensionistas, en su mayoría de
nacionalidad españoles. En total,
de 65.337 titulares de ayudas so-
ciales se queda con 48.210. Y, de
ellos, 22.903 serían extranjeros,
un 47% del total de perceptores.
En Vitoria, en concreto, son más
del 50%. Pero, en realidad, los ex-
tranjeros cobrando ayudas socia-
les son 17.508, el 37% del total.
Maroto pidió a Lanbide que ex-
presamente computara como in-
migrantes a los nacionalizados,
5.395, que son españoles a todos
los efectos, algunos desde hace
muchísimos años.
El 28% de los marroquíes de naci-
miento que se benefician de las ayu-
das sociales tienen DNI español. En
el caso de los argelinos, ese porcen-
taje alcanza el 21%.
El PP también ha hablado del
«efecto-llamada» que ejerce la renta
de garantía de ingresos, que se con-
figura en muchos casos como un sa-
lario «vitalicio». «Les dicen en Meli-
lla: Vete a Vitoria porque allí accedes
rápido [a subsidios]», llegó a asegu-
rar Maroto en la rueda de prensa de
presentación de su restrictiva refor-
ma legal del sistema.
Nadie duda de que el sistema
vasco de protección social, que
cuesta 435 millones al año, es el
más garantista de España. El
40% de las ayudas concedidas en
todo el país salen de Lanbide. Pe-
ro, al margen de que la tasa de
inmigración (6% a nivel autonó-
mico y 9% en el caso de Vitoria)
no alcanza los niveles de otras
zonas de España, ni mucho me-
nos el de Melilla, lo cierto es que
el número de extranjeros en el
País Vasco se está reduciendo.
El número de argelinos se ha re-
ducido un 11% de 2013 a 2014. De
ser 5.807 han pasado a
5.178. En cuanto a los oriundos de
Marruecos, su colonia se ha redu-
cido un 0,5% al pasar de 18.214
miembros a 18.137. Es el colectivo
más numeroso de extranjeros.

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