Melilla, 22 oct (EFE).- Melilla ha vuelto a registrar hoy un nuevo intento de entrada masiva de inmigrantes a través de la valla fronteriza, el segundo en apenas 48 horas, el octavo en octubre, mes en el que se vivido un repunte en la presión migratoria, tras cierta tranquilidad en septiembre.

La tentativa se ha producido sobre las 7:30 horas en la zona del perímetro que rodea al cementerio musulmán, situado en las proximidades del campo de golf de la ciudad autónoma y del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI).

Alrededor de 200 inmigrantes han participado en el asalto al perímetro, de los que alrededor de una veintena han conseguido acceder a la ciudad, mientras que en torno a un centenar se ha encaramado a la valla, algunos de los cuales han permanecido durante más de once horas, pese al calor y a la falta de agua y de alimentos.

La “avalancha”, como la ha calificado la Delegación del Gobierno, ha vuelto a producirse siguiendo los parámetros de los últimos saltos, en los que “se revela una estrategia previamente coordinada y perfectamente organizada”, ha dicho.

El lugar elegido para el salto de hoy coincide precisamente con el tramo de la frontera donde Marruecos no ha desplegado medidas antiintrusión, como fosos y alambradas, debido a la ubicación del cementerio marroquí colindante de Sidi Guariach.

El salto se ha vuelto a caracterizar por una “intrusión violenta” de los inmigrantes, según la Delegación, que nuevamente se han provisto de garfios y cuerdas para sortear la malla antitrepa y avanzar entre vallas, al tiempo que “se enfrentaban abiertamente” a los agentes de la Guardia Civil.

A causa de caídas y de la propia estrategia de avalancha con la que los inmigrantes intentan el salto, varios de ellos, en torno a una decena, han sido atendidos por los servicios de Cruz Roja y 061, dos de los cuales han necesitado ser trasladados al hospital, donde se les ha diagnosticado un traumatismo dorsal y un traumatismo en la rodilla.

La Guardia Civil ha desplegado, una vez más, todo el dispositivo antiintrusión habitual, conformado por unidades de su Comandancia en Melilla, miembros de la Agrupación de Reserva y Seguridad (ARS) y el helicóptero destinado a la vigilancia fronteriza.

Además, ha requerido el apoyo del Cuerpo Nacional de Policía para controlar a algo más de un centenar de inmigrantes subsaharianos acogidos en el CETI, que “en actitud eufórica e incluso de enfrentamiento con la Guardia Civil” han iniciado, en los alrededores del centro, “una algarada en apoyo a los encaramados en la valla”.

A pie de valla se han vivido también momentos de tensión, como cuando uno de los inmigrantes ha utilizado una de sus prendas para colocársela en el cuello y amenazar con lanzarse al vacío, una actitud que finalmente ha depuesto.

Asimismo, los Bomberos han puesto a disposición de los agentes de la Guardia Civil un colchón de salvamento, para evitar consecuencias en las posibles caídas de los inmigrantes desde lo alto de la valla, motivadas por el cansancio.

La frontera de Farhana se ha tenido que cerrar y no ha podido reabrirse hasta las 9.25 horas, y el acceso de marroquíes a través del paso de Barrio Chino también se ha visto afectado a causa de las medidas de seguridad desplegadas por fuerzas marroquíes.

El salto de hoy, el número 59 de este año, ha coincidido con el debate político generado a raíz de la intención del PP de regular las “devoluciones en caliente” o inmediatas de inmigrantes cuando intenten entrar de forma irregular en España, una iniciativa que el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha matizado al dejar claro que solo se busca dar cobertura jurídica a los “rechazos en frontera”.

La propuesta del PP tiene forma de enmienda y ha sido presentada como una más de las 25 registradas al proyecto de ley de Seguridad Ciudadana, que ha iniciado ya su tramitación parlamentaria después de que el Congreso rechazara las nueve enmiendas a la totalidad de la oposición.

La medida ha encontrado el rechazo de los partidos políticos de la oposición y algunas ONG, que se han mostrado en contra de esta enmienda que pide que “los extranjeros que sean detectados en la línea fronteriza de la demarcación territorial de Ceuta y Melilla, intentando el cruce no autorizado de la frontera de forma clandestina, flagrante o violenta, sean rechazados a fin de impedir su entrada ilegal”.

También el Ministerio del Interior ha culminado un protocolo de actuación integral en los perímetros de Ceuta y Melilla, atendiendo las singularidades de ambas ciudades.