En torno a 70 inmigrantes subsaharianos, según estimaciones oficiales, han logrado entrar en Melilla tras protagonizar varios intentos de entrada casi simultáneos por diferentes puntos del perímetro fronterizo que separa la ciudad autónoma de la provincia marroquí de Nador.

El primer intento se registró pasadas las 07.00 horas por la zona de Farhana, donde un grupo de 150 subsaharianos de origen marfileño y guineano era interceptado por las fuerzas marroquíes antes de lograr acercarse al perímetro fronterizo.

Otro grupo de un centenar de subsaharianos siguió desplazándose en paralelo a la valla hacia el norte y, entre las 07:10 horas y las 07:30 horas, realizó varias intentonas de acceso por el cauce del río de Oro y el paso fronterizo de Mari Guari.

Por último, pasadas las 07:30 horas, un grupo de unas 100 personas lograba burlar el dispositivo anti-intrusión en el tramo que queda entre el límite sur y el paso fronterizo de Beni Enzar. Este grupo sí tuvo éxito y la mayoría de los jóvenes africanos lograron superar el triple vallado.

Por esta última zona, poco común, el pasado día 14 de octubre, un grupo de subsaharianos logró sorprender a la Guardia Civil y lograron finalmente entrar diez jóvenes, nueve de Costa de Marfil y uno de Benin. Y hoy, ha vuelto a ser el sitio clave para la entrada de casi un centenar de inmigrantes, en su mayoría de Malí, aunque también les acompañaban algunos marfileños burkineses y guineanos.

Tras lograr su objetivo de llegar a España, se han dispersado y han corrido desorientados hacia el Centro de Inmigrantes, algunos, y hacia la Jefatura Superior de Policía, otros. Por el Paseo Marítimo y el centro de la ciudad iban desprendiéndose de algunas ropas rotas y sucias y gritaban “bossa, bossa”, que significa ‘victoria’.

También han dejado un rastro a su paso de zapatillas de deporte con tornillos adheridos a sus suelas y de garfios metálicos. Toda una preparación para lograr sortear la malla anti-trepa, que ya ha dado muestras de que no es obstáculo para que estas personas que huyen de la miseria desistan de su objetivo de llegar a Europa.

Se trata de la segunda gran entrada de inmigrantes desde que el pasado mes de mayo se instalara la malla anti-trepa. Ya el 12 de agosto otros 80 inmigrantes lograron acceder a Melilla, algunos de ellos después de permanecer varias horas sobre el vallado y como última opción ante la negativa de Marruecos de hacerse cargo de ellos.

Nuevos lugares de entrada

Las organizaciones defensoras de derechos humanos aseguran que los inmigrantes van buscando nuevas rutas intentando sortear las zanjas que ha construido el Gobierno marroquí para dificultar la entrada a Melilla, así como la nueva valla de cuchillas que marruecos está levantando paralela a la alambrada española y cuyas obras están ya muy avanzadas.

La presión migratoria sobre la ciudad autónoma no desciende y se calcula que más de 500 inmigrantes permanecen acampados en el monte Gurugú. El último acercamiento al perímetro fronterizo se registraba la madrugada del miércoles 15 de octubre, cuando unos 300 inmigrantes se aproximaron al perímetro fronterizo por la zona cercana al aeropuerto, logrando al menos tres sortear el despliegue policial.

En lo que llevamos de 2014, se han producido más de 4.200 entradas de inmigrantes a Melilla, de las que más del 60% han sido a través del vallado fronterizo.

El delegado del Gobierno en Melilla ha declarado que este tipo de entradas son “un modelo de inmigración que sólo favorece a las mafias que trafican con seres humanos y que empuja a los inmigrantes a situaciones límites y dramáticas”.