Denuncia contra 3 ‘sin papeles’ tras otro salto masivo
La Guardia Civil de Melilla les acusa por la violencia que usaron en la valla fronteriza
El Mundo, , 16-10-2014La valla de Melilla registró ayer un nuevo intento de entrada masiva, esta vez protagonizado por 300 inmigrantes. Aunque las imágenes de decenas de subsaharianos encaramados al enrejado se repiten desde hace meses, el salto de ayer marcó un antes y un después en la constante presión que sufre la frontera de Europa clavada en África.
Tres de los ocho subsaharianos que lograron acceder a la ciudad autónoma lo hicieron con una denuncia por atentado a la autoridad bajo el brazo. La Guardia Civil, que hasta ahora había tomado esta decisión en muy contadas ocasiones, emprendió acciones judiciales por primera vez tras una avalancha sobre la valla. Esto se puede interpretar como un aviso a navegantes para que lo que sucedió ayer en la alambrada fronteriza no se vuelva a repetir. Al menos, no con una «violencia extrema e inusitada» como la que, según la Delegación del Gobierno, se ejerció durante horas en el enésimo asalto a la valla, el sexto en lo que va de mes.
La Guardia Civil tuvo activado su dispositivo antiintrusión, helicóptero incluido, desde las 2.30 horas. Durante toda la noche fueron aproximándose grupos pequeños. Cuatro horas más tarde, en el tramo de la alambrada conocido como Villa Pilar, alrededor de 300 subsaharianos se abalanzaron sobre el perímetro fronterizo. Su intención era no ser rechazados, como casi siempre ocurre desde que, a mediados de junio, Interior revistió la alambrada con la malla antitrepa, que permite mayor capacidad de reacción al fuerte despliegue de seguridad que España y Marruecos mantienen en la zona desde hace meses.
Desde la Delegación del Gobierno se aseguró que los inmigrantes lanzaron ropa ardiendo contra los agentes y llevaban piedras, palos, cuchillos, ganchos, cuerdas «y otros elementos contundentes». Más tarde, difundió un vídeo en el que la mesa de la Guardia Civil se quedaba pequeña para albergar todo lo intervenido a los inmigrantes, la mayoría hierros doblados para que hicieran la función de agarraderas en la valla.
Los inmigrantes utilizan este tipo de artilugios, así como tornillos incrustados en las zapatillas, para facilitar la escalada de la valla, tras el sistema antitrepa instalado por Interior que reduce el tamaño de los agujeros de la malla, y que antes escalaban en menos de medio minuto.
De un tiempo a esta parte, los inmigrantes estrujan su ingenio para buscar el resquicio de la valla melillense. La desesperación por entrar en Europa ahora que empieza el frío en el monte Gurugú es otro de los factores que incentivan las avalanchas humanas como la de ayer, que se saldó con 10 heridos trasladados a Urgencias entre inmigrantes y guardias civiles.
Entre estos últimos, un suboficial del Grupo de Reserva y Seguridad, los antidisturbios de la Benemérita que refuerzan desde hace meses la frontera, que cayó desde casi cinco metros por la patada de un subsahariano que pretendía alejarlo de él. Sufrió un traumatismo craneoencefálico, al igual que otro subsahariano. El resto tenían cortes, heridas y contusiones de diversa consideración, salvo un inmigrante que debe ser operado de una herida en el muslo.
Mientras, al otro lado, un efectivo marroquí fue rodeado por un grupo de subsaharianos que terminó agrediéndolo con arma blanca tras «ensañarse» a golpes con él.
La Delegación del Gobierno quiso mostrar la «actitud beligerante» que ayer mostraron los sin papeles en su deseo de acceder a España «a toda costa», provocando un enorme agujero en la valla, que terminó «parcialmente derrumbada» por el peso de los 140 inmigrantes que estuvieron varias horas encaramados a la alambrada hasta que poco a poco todos fueron devueltos a Marruecos.
Todos menos los cinco trasladados al hospital y los tres denunciados por entrar corriendo a Melilla rumbo al CETI, que sigue saturado con más del doble de su capacidad máxima.
Frente a esta versión, las ONG acusaron al despliegue de seguridad de provocar decenas de heridos entre los inmigrantes, a los que señalaron como nuevas víctimas de las devoluciones en caliente que este mismo mes llevó ante el juez al jefe de la Guardia Civil en la zona. Precisamente algunas voces señalan esta imputación como uno de los factores por los que los inmigrantes se subieron a la valla dispuestos a todo con tal de alcanzar su sueño europeo.
Numerosos intentos de entrada en 2014
> 22 de enero. Poco después de comenzar 2014, alrededor de 1.400 subsaharianos intentaron, sin éxito, saltar la valla de Melilla.
> 27 de marzo. En esta ocasión un millar de subsaharianos volvió a intentar superar el alambre fronterizo. Tampoco lo consiguió ninguno de ellos.
> 14 de junio. De nuevo otros mil subsaharianos intentaron sin éxito superar la defensa que separa España de Marruecos en la frontera marroquí.
> 23 de julio. Una vez instalada la malla antitrepa y tan sólo dos días después de la visita a la zona del ministro de Interior, Jorge Fernández, de nuevo en torno a un millar de subsaharianos intentó sin éxito sortear la defensa para entrar en Melilla.
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