El sur no es una puesta de sol
La Voz de Galicia, , 14-10-2014Solo nos gusta del sur el sol. No nos interesa el sur cuando hay que hablar de vallas, de pateras, de hambre. El sur no existe. O pretendemos que no exista hasta que nos complica la vida. El ébola en África es una imagen por televisión o en una de esas pantallas en las que consumimos nuestro tiempo y nos consumimos. Como insectos quemados por la luz. Es una foto que nos conmueve más o menos, hasta que nos salpica. Entonces el terror está aquí y entendemos todavía menos. España es potencia mundial en misioneros católicos y en profesionales de la salud en países con conflictos (como lo somos en trasplantes). No solo vamos a liderar las desgracias y el consumo de cocaína. Esta generosidad en la ayuda a los demás y el carácter fronterizo de nuestro país hacen que tengamos que extremar el cuidado. Pero nunca dejar de tender la mano. Tender la mano es lo que nos hace humanos. Lo demás son palabras de humo. Somos la frontera con África. Europa. España. Y dándoles la espalda no solucionamos nada. El problema está en el origen. Hay que seguir ayudando. Ayudar mucho más. ¿De verdad nos creíamos que, con más de 4.000 muertos en siete países en un mundo global, el ébola no iba a llegar? Del peñón a Marruecos hay solo 14,4 kilómetros. Tenemos ciudades en África. Canarias está en el paralelo 28, cerca del Sáhara. Insisto, somos frontera. Vivimos en una sociedad infantilizada que no quiere mirar la verdad desnuda. Ha alcanzado Dallas. La vida son sueños y pesadillas. En la huida y el pánico nunca está la salida. Al revés, es la ruta más cierta hacia el precipicio.
(Puede haber caducado)