Con moderación pero con firmeza, el vicealcalde, Alfonso Grau, denunció ayer la exhibición de símbolos nazis en algunas banderas durante la procesión cívica del 9 d’Octubre. Habló de una «condena absoluta» y aclaró frente a las críticas surgidas que la competencia de su retirada correspondía a la Delegación del Gobierno.

En todo caso, dijo sentirse «absolutamente contrario» a la exhibición de una esvástica nazi . «Es lamentable; cada uno puede defender los postulados que quiera, pero nadie puede utilizar una bandera nazi». La tela llevaba escrito encima del odiado símbolo la frase de «no al aborto».

«Rechazo total y ni con el pretexto del aborto ni cualquier otra cosa que se utilice puede servir para mostrar una bandera que lleva a la memoria a la época más triste de la historia de Europa», lamentó.

El portavoz municipal socialista, Joan Calabuig, remitió una carta al delegado del Gobierno, Serafín Castellano, para exigirle «la apertura de una investigación por la aparición, durante los actos cívicos y oficiales del 9 d’Octubre, de símbolos de carácter nazi y fascista».

El edil señalo que estos símbolos «podrían constituir un delito de alteración de la convivencia mediante la provocación al odio o a la discriminación por motivos xenófobos contemplada en el artículo 510 del Código Penal».

Por su parte, el portavoz de Esquerra Unida, Amadeu Sanchis, dijo que la mejor forma de que esto no vuelva a ocurrir es que la procesión cívica no empiece hasta que la policía retire los símbolos fascistas de la plaza. «En los campos de fútbol es retirada antes de que se inicie cualquier partido», citó.