La historia de Mohamed Fadel ilustra claramente las disfunciones de una norma imperfecta si se aplica de manera estricta. Este joven saharaui, de 13 años, empezó a pasar temporadas en España dentro del programa Vacaciones en Paz en el 2007. Y desde el año pasado, durante el curso escolar reside en Cuntis con una familia de acogida, regresando en verano al campamento de refugiados donde viven sus padres y hermanos.

El proceso para que Mohamed pudiese asentarse en la villa pontevedresa no fue sencillo, ya que su familia tuvo que luchar para conseguirle un visado de estudiante que finalmente logró con pasaporte argelino, dado que el Sáhara no tiene capacidad para emitirlo. Y superado este escollo, hoy cumple con todos los requisitos legales en España, al contar con tarjeta de residencia.

Apasionado por el fútbol, desde que vive aquí milita en el Atlético Cuntis, con el que jugó el año pasado. Sin embargo ahora, tras hacer la pretemporada con el resto de sus compañeros, la semana pasada recibió la confirmación de que no podría disputar la primera jornada, después de que la federación rechazase tramitarle la ficha por no cumplir los requisitos exigidos por la FIFA. El problema es que, según esta, no es válida la firma de un tutor legal como es su madre de acogida, pese a que esta sí es válida para el resto de trámites de su vida diaria.

El coordinador del Atlético Cuntis, Iván Castro, explicaba ayer en torno a este caso particular que estaban contando con el apoyo de la Federación Galega de Fútbol, aunque sin que esta le haya ofrecido hasta el momento ninguna solución definitiva.

Respecto a esta cuestión, el delegado federativo en Pontevedra, Jaime Otero, reconoce que, dado el especial estatus del Sáhara, el problema es que «si no tuvo ficha en un equipo de su país antes de los 12 años, no podrá jugar nunca al fútbol fuera de él según esta norma». Precisamente, la situación que se da en el caso de Moha, que hasta su llegada a España nunca había pertenecido a ningún club.

Ante esto, su madre de acogida, Teresa Núñez, critica la incongruencia del marco legal. «Xogar nun equipo para el é o máis», explica. En cambio, al no tener ficha, probablemente tendrá que dejar también de entrenar con sus compañeros, al no estar asegurado. Un problema que, para Teresa, va incluso más allá de lo puramente deportivo, ya que «é un neno que morre por xogar, e o fútbol era unha maneira de integrarse porque é moi tímido», lamenta.

«É un neno que morre por xogar, e o fútbol era unha maneira

de integrarse porque

é moi tímido»

Madre de acogida y tutora de Mohamed