Mas de 300 inmigrantes intentan entrar a la vez en Melilla por tierra y mar
Primero lo intentaron 25 en una patera y después hubo dos tentativas en la valla Todos menos uno fueron repelidos por un despliegue de agentes españoles y marroquíes El Gobierno habla de 'intensa presión migratoria' y de una acción coordinada
El Mundo, , 09-10-2014Melilla sufre una presión migratoria que no cesa y que lejos de venirse abajo por el mayor control fronterizo a ambos lados de la valla, se reinventa con nuevas estrategias para buscar el éxito: entrar en España sin salir de África. Así lo han demostrado esta madrugada más de 300 inmigrantes que han tratado de acceder de forma clandestina a Melilla en tres intentos simultáneos por mar y por tierra.
Sólo uno, procedente de Costa de Marfil, ha conseguido su objetivo. Es el primero que entra de forma irregular a través de la valla desde el 30 de agosto, ya que los dos intentos que se produjeron posteriormente se saldaron sin entradas.
La versión oficial facilitada por la Delegación del Gobierno en una nota de prensa sitúa en el mar el primer intento de esta madrugada de “intensa presión migratoria”. Concretamente, a las 5.45 horas, cuando la Guardia Civil avistó una patera que iba rumbo a Melilla. En ella viajaban 25 subsaharianos, todos varones, que finalmente quedaron en manos de las autoridades marroquíes después de que dos embarcaciones d el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) comprobaran in situ que estaban “en perfecto estado de salud”.
Sin apenas tiempo de respiro, mientras la Guardia Civil estaba pendiente de la patera en el mar, las alarmas sonaron en la valla por la aproximación de un centenar de subsaharianos por la zona próxima al paso fronterizo de Beni-Enzar, el más importante entre Melilla y Marruecos. La aduana fue cerrada durante 25 minutos para evitar que el grupo de inmigrantes intentara entrar a la carrera, como suelen hacer en cada intento que se produce cerca de un paso fronterizo.
En la valla colindante, un fuerte despliegue de la Guardia Civil, con el apoyo de los agentes del Cuerpo Nacional de Policía que estaban prestando servicio en el paso fronterizo, lograron frustrar este intento de entrada desde el lado español con la coordinación de las fuerzas auxiliares marroquíes desde la otra parte. En este dispositivo también participaba el helicóptero de la Guardia Civil, que volaba muy bajo haciendo retumbar las viviendas cercanas, así como los agentes antidisturbios del Grupo de Reserva y Seguridad (GRS) que siguen reforzando a la Comandancia de la Guardia Civil de Melilla desde hace meses.
Pese a este enorme despliegue, uno de los cien inmigrantes que trataron de saltar los seis metros de triple alambrada logró burlar todos los sistemas de seguridad, incluida la malla antitrepa, que desde mediados de junio ha logrado mermar de manera muy significativa el número de entradas. Según han informado las ONG que trabajan con inmigrantes en la ciudad, se trata de un varón de Costa de Marfil que ya está en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), que sigue muy por encima de su ocupación actual.
Según fuentes cercanas al centro, en él hay acogidos más de un millar de extranjeros indocumentados, muy lejos de las 480 plazas de ocupación máxima que tiene, y ello a pesar de que los traslados de grupos de inmigrantes a la península no cesan. Sin embargo, fuentes policiales apuntan a que siguen siendo muchos los inmigrantes sirios que logran acceder a Melilla de forma irregular por los pasos fronterizos, frente al blindaje que Interior hizo en la valla con la malla antitrepa y el refuerzo de efectivos policiales para frenar la presión.
El tercer intento
Al mismo tiempo que la Guardia Civil y la Policía Nacional se coordinaban con las fuerzas auxiliares marroquíes en las proximidades del paso fronterizo de Beni-Enzar para abortar el intento de entrada, otro grupo mucho más numeroso aguardaba el momento preciso para protagonizar otra tentativa en otro punto de la valla, casi en el extremo contrario, separado por varios kilómetros.
Concretamente, 200 subsaharianos intentaron acceder a la carrera por el cauce del Río de Oro, entre los pasos fronterizos de Farhana y Mariguari, adonde se desplazaron parte de los efectivos que estaban conteniendo el salto en Beni-Enzar, incluido el helicóptero. Según indica la Delegación del Gobierno, la Guardia Civil tuvo que activar “un fuerte dispositivo” para frenar la avalancha en un punto que hacía ya bastante tiempo que no registraba intentos de entrada, habida cuenta que últimamente se concentran más en la zona sur del perímetro, más cercano al monte Gurugú, donde acampan los inmigrantes a la espera del sueño europeo.
El despliegue de fuerzas auxiliares marroquíes que hay en las zonas limítrofes de Melilla hace que los inmigrantes no quieran arriesgarse a buscar puntos de la valla más lejanos, aunque hoy han intentado llevar a cabo la estrategia del ‘divide y vencerás’ con estas tres acciones prácticamente simultáneas para tratar de tener más éxito repartiendo a los agentes y, por tanto, debilitando el dispositivo de seguridad.
Para la Delegación del Gobierno, esta “sucesión de intentos por mar y tierra, prácticamente al unísono, no deja lugar a dudas” de que los inmigrantes que acechan la frontera melillense están coordinados con las mafias que trafican con seres humanos, dedicadas a “promover este tipo de inmigración irregular basada en forzar la entrada ilegal de inmigrantes a través de la frontera sur de la Unión Europea”.
Según la versión oficial, Melilla ha vivido una madrugada de “intensa presión migratoria” con estos tres intentos. Fuentes policiales ya apuntaron a que se preveía que los inmigrantes aprovecharan la festividad del Aid El Kebir para intentar entrar de forma irregular, ante la suposición de que el despliegue de las fuerzas auxiliares marroquíes se viera mermado por la celebración de su pascua más importante. Finalmente el domingo la frontera estuvo tranquila, y también el día siguiente, festivo en Melilla.
Sin embargo, ya ayer de madrugada el helicóptero de la Guardia Civil salió a sobrevolar el perímetro, aunque no se registró finalmente ningún intento de entrada. Esta madrugada, en cambio, han sido tres, lo que denota que la presión sobre Melilla es constante y que, tal y como han apuntado varias veces desde la Delegación del Gobierno, no se puede bajar la guardia mientras haya inmigrantes en las inmediaciones dispuestos a saltar.
El último intento de entrada se produjo hace justo una semana, el 1 de octubre, cuando 200 subsaharianos quisieron acceder de forma irregular a Melilla y ninguno lo logró.
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