El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, ha defendido hoy la “labor impagable” de la Guardia Civil en la frontera entre la ciudad autónoma y Marruecos contra la presión migratoria, y ha pedido que no se llegue a la “ridiculez” de afirmar que cualquiera que toque la valla ya está dentro de España.

“No podemos llegar al extremismo o ridiculez de decir que se toca la valla y se entra en España, porque entonces sobran las vallas y esto va a parecer como los juegos de los niños que tocaban la pared y ya habían ganado”, ha afirmado Imbroda, a raíz de las diligencias abiertas en un juzgado de Melilla por las devoluciones en caliente.

A preguntas de los periodistas, Imbroda ha considerado “un disparate” que se considere como entrada a territorio nacional tocar el perímetro fronterizo sin haberlo traspasado completamente, ya que precisamente para impedirlo “se ponen más vallas” para que no puedan entrar, porque, de lo contrario, “sobraría todo lo que hay puesto”.

Imbroda cree que si se considera como entrada el simple hecho de tocar la valla, entonces los guardias civiles deberían sustituirse por “azafatas o azafatos o poner cortinas”.

Para Imbroda, en estos momentos de enfermedades y terrorismo, es mucho más importante que la inmigración sea “regular, legal y que esté ordenada”, de ahí que se haya mostrado a favor de la Guardia Civil y en contra de “cualquier imputación de cualquiera de sus miembros”, como ha ocurrido con su coronel jefe, Ambrosio Martín Villaseñor.

En este sentido, ha querido dejar claro que los agentes desplegados en la valla “están trabajando en la defensa de España y los melillenses” haciendo “uso de sus facultades y derechos”, a pesar de lo cual “sufren penalidades, problemas, riesgos y no es que estén muy bien pagados”.

“El trabajo que hacen es digno de elogio, encomiable, y para nada estoy de acuerdo con nada que vaya en contra de la labor que hace la Guardia Civil en la frontera”, ha insistido Imbroda antes de apuntar que está con este Cuerpo “a tope” y que la inmigración irregular “no debe ser permitida”.

También ha recordado que la Guardia Civil es de las instituciones más valoradas del Estado y que él ya ha mostrado su apoyo anteriormente, incluso en momentos en que “se oían pocas voces”, como ocurrió tras la crisis del Tarajal, cuando murieron 15 inmigrantes tratando de acceder a Ceuta.

Las declaraciones de Imbroda se producen después de que el coronel jefe de la Guardia Civil acudiera a declarar ante el juez el pasado viernes en calidad de imputado por un presunto delito de prevaricación por las devoluciones en caliente, y después de que el segundo jefe, el comandante Arturo Ortega, lo hiciera el 30 de septiembre por otro caso similar.