sociedad
Marroquíes y rumanos son los colectivos peor vistos por los vascos
Un informe encargado por la Diputación de Gipuzkoa concluye que “la sociedad vasca no es racista”
Diario de noticias de Gipuzkoa, , 09-10-2014donostia – Los colectivos marroquíes y rumanos son los que mayores reticencias despiertan a los vascos, según puede desprenderse de un estudio sobre la Diversidad identitaria de la población vasca encargado por la Diputación de Gipuzkoa a la empresa Aztiker. El informe, cuyas conclusiones fueron presentadas ayer por la directora foral de Migración y Diversidad, Itziar Pildain, y el coordinador de investigación de Aztiker, Asier Etxenike, ha sido elaborado a partir de 2.014 entrevistas realizadas a mayores de 18 años residentes en Euskadi, Navarra e Iparralde.
Según Pildain, la sociedad vasca tiene una actitud “abierta” hacia los colectivos inmigrantes, por lo que se puede concluir que “no es racista”. “No queremos decir que no exista una actitud xenófoba, hay una tendencia grande en Europa de incremento de racismo y aquí también se da esa tendencia, pero en general, los vascos tienen una actitud positiva hacia la diversidad y una manera abierta de entender la identidad”, indicó.
Así, aunque el 86,9% de los encuestados considera que todas las personas que residen en Euskal Herria deberían tener los mismos derechos y deberes, no todos las personas migrantes cuentan con una imagen positiva y los colectivos migrantes con niveles de simpatía más bajos son el marroquí y el rumano.
El estudio refleja también que quienes más abiertos se muestran a la diversidad son “los jóvenes, los residentes en Iparralde, los llegados a Euskal Herria en los últimos 15 años, los estudiantes y los trabajadores por cuenta propia, las personas con estudios superiores y las personas de izquierdas”.
Además, el 93,2% de los encuestados se muestra a favor de mantener la cultura propia en el ámbito privado y el 64,2% apoya que la Administración fomente más de una cultura. El 56,3% de la ciudadanía vasca piensa también que las lenguas y las culturas de otros colectivos que conviven en el sistema educativo vasco deberían tener su representación.
En cuanto a las exigencias para la obtención de la ciudadanía, haber residido en el territorio durante un tiempo determinado (79,4%) y trabajar aquí (74,7%) son los que mayor nivel de acuerdo alcanzan, mientras que tener antepasados vascos (33,1%), hablar euskera (38,9%) o haber nacido en el territorio (44,1%), son los que menos apoyo han recibido.
Ante la percepción de que la sociedad vasca tiene de la diversidad identitaria, Pildain lamentó que “muchos responsables institucionales van por detrás de la ciudadanía y, a veces, en la dirección contraria”. Criticó aunque sin citar las polémicas declaraciones del alcalde de Vitoria, Javier Maroto (PP), sobre el fraude en las ayudas sociales y consideró que este tipo de discursos “no deben tener cabida” en las instituciones.
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