La presión migratoria en Melilla llega por tierra y por mar
Mientras las fuerzas marroquíes, los inmigrantes y las oenegés aseguran que al menos 15 inmigrantes han logrado acceder por el vallado fronterizo, la Delegación del Gobierno en Melilla insiste en que sólo ha sido uno
Diario Vasco, , 08-10-2014Melilla volvía a amanecer este miércoles bajo una intensa presión migratoria en la que al menos dos grupos de inmigrantes han intentado acceder a la ciudad autónoma a través del vallado fronterizo en dos intentos de entrada distintos, mientras que una embarcación lograba llegar por mar.
Pasadas las 05:30 horas de la madrugada, agentes del Instituto Armado avistaban una pequeña patera que se dirigía hacia la bahía melillense. Inmediatamente el protocolo de rescate quedaba activado y dos embarcaciones del Grupo de Especialistas en Actividades Subacuáticas (GEAS) salían al encuentro de esta embarcación con 25 ocupantes.
Finalmente, los integrantes de la patera, todos varones de origen subsahariano, eran entregados a Marruecos al no llegar a desembarcar en suelo español y encontrarse todos en perfecto estado de salud.
Minutos después, cerca del paso fronterizo de Beni Enzar, un grupo de poco más de medio centenar de inmigrantes, procedentes del África central, intentaba acceder a tierras españolas superando el triple vallado fronterizo.
A pesar de la rápida reacción de las fuerzas españolas un joven marfileño lograba superar los controles policiales y llegar al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), donde permanece acogido. El paso aduanero internacional estuvo cerrado durante media hora hasta que pudo restablecerse el orden de entrada y salida de vehículos peatones.
En torno a las 07:00 horas de la mañana, ya con el amanecer, otro grupo de unos 200 inmigrantes, en su mayoría guineanos, intentaba entrar a Melilla en un nuevo salto al vallado que se producía cerca del cauce del río de Oro, entre los pasos fronterizos de Farhana y Mariguari, seis kilómetros al norte del salto anterior.
Según la Delegación del Gobierno en Melilla, el dispositivo anti – intrusión desplegado por la Guardia Civil permitió que ningún inmigrante lograra acceder a suelo español en este último intento de entrada. Sin embargo, el testimonio de algunos inmigrantes subsaharianos y agentes marroquíes implicados en el suceso desmiente esta información, ya que aseguran que 15 inmigrantes lograron traspasar todo el entramado de vallas y fueron de vueltos a Marruecos por las fuerzas españolas. Incluso destacan que cuatro jóvenes guineanos superaron el cordón policial y lograron incluso llegar a las puertas del CETI, que dista tan sólo unos 300 metros del lugar del salto.
Acción coordinada o pura casualidad
La Delegación del Gobierno ha destacado que la sucesión de intentos, por mar y tierra, “prácticamente al unísono”, no dejaría lugar a dudas de la “coordinación de los mismos” por parte de las supuestas “mafias que trafican con seres humanos y que promueven este tipo de inmigración irregular basada en forzar la entrada ilegal de inmigrantes a través de la frontera sur de la Unión Europea”.
Pero, indagando en profundidad en los hechos parece que todo se ha debido a la pura casualidad. La embarcación que llegaba este miércoles a Melilla salió de las costas marroquíes hace más de un día y se perdió, llegando de nuevo al litoral magrebí creyendo que desembarcaban en España, por lo que no pretendía llegar esta madrugada, sino que se ha visto forzada a ello por la mala coordinación.
Y los saltos al vallado, además de producirse con casi una hora de diferencia, no han sido protagonizados por inmigrantes de la misma nacionalidad, ni siquiera de la misma zona de África. En el primer salto participaban centroafricanos y, en el segundo, subsaharianos del África occidental. Como bien explica Abou Bakr, uno de los jefes de Malí y coordinador de los campamentos del monte Gurugú: “África central y África del oeste no estamos juntos en el Gurugú. Los malienses y los cameruneses, por ejemplo, nunca saltamos juntos. Nos llevamos bien, pero no compartimos estrategias de entrada. Aunque el interés es el mismo y a veces coincidimos, nos ha pasado muchas veces”.
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