Aburto apela a la «solidaridad» social

Pide una coalición en favor de los necesitados y a sacar de la disputa política la RGI

El Mundo, , 06-10-2014

Vitoria. El consejero de Empleo y Políticas
Sociales del Gobierno Vasco, Juan
María Aburto, reclamó ayer sacar
las ayudas sociales de la disputa
política y que se recupere el consenso
en torno a ellas, especialmente
sobre la Renta de Garantía de Ingresos
(RGI). Aburto participó en
Vitoria en la clausura del Congreso
de Economatos y Despensas Solidarias,
organizado por el programa
Berakah nacido a iniciativa de las
cuatro parroquias católicas del casco
histórico de Vitoria.
El consejero insistió en que las
políticas sociales necesitan «legitimación
» y recordó que normalmente
quienes hablan de la RGI
suelen ser los que no han tenido la
necesidad de cobrarla, por lo que
hay que «dar voz a quienes gracias
a esta renta viven con dignidad
y así enterrar polémicas que
no conducen a nada».
Puso en valor el trabajo hecho
desde las instituciones vascas en
este ámbito y recordó que el cuarenta
por ciento de todas las rentas
básicas que se cobran en el Estado
se pagan en Euskadi, donde llega a
casi el 73 por ciento de las personas
en riesgo de pobreza.
Aburto reiteró su llamamiento a
evitar polémicas sobre la RGI, como
la que se ha vivido en Vitoria tras
unas declaraciones de su alcalde Javier
Maroto, porque, se preguntó,
«alguien ha pensado en el coste social
y humano de la no RGI», de una
sociedad sin estas ayudas sociales.
Reclamó a la sociedad que esté
«alerta» ante el riesgo de que se
cierna sobre ella un mundo
«postlaboral», en el que tener un
trabajo no tenga un carácter integrador
por la precariedad hacia la
que se está encaminando.
El consejero reivindicó la política
«con mayúsculas» para que en
Euskadi no se cambie la actual situación
que sitúa a la comunidad
autónoma solo por debajo de cuatro
países europeos con menos desigualdad
social.
Afirmó que para que no aumente
la distancia entre los que más
tienen y los que menos tienen es
imprescindible una «gran coalición
» entre los entes públicos y el
denominado tercer sector. Aburto
tuvo palabras de reconocimiento a
todas las entidades sociales y religiosas
que trabajan en situaciones
de emergencia social y de «resistencia
comunitaria» en las que no
hay «diferencias entre quienes dan
y quienes reciben», como en los
economatos y las despensas solidarias,
informa Efe.
Concluyó señalando que en una
sociedad en la que se corre el riesgo
de avanzar hacia el individualismo,
con la quiebra de valores
como la dignidad de las personas,
hay que reivindicar la «fraternidad
» y la «solidaridad», no solo para
«los de aquí», apuntó, porque «a
ningún ser humano se le puede
decir no me importas».

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