Un grupo de más de 150 inmigrantes de origen subsahariano intentó entrar a Melilla a primera hora de la mañana de ayer saltando la doble valla por la zona próxima al aeropuerto, pero ninguno lo logró, según informaron fuentes policiales. Los intentos se registraron entre las 06.30 horas y las 08.00 por un lugar cercano a Villa Pilar, junto al Complejo V Pino, aprovechando el mal tiempo y las lluvias caídas sobre la ciudad, en un intento de sorprender tanto a las fuerzas de seguridad marroquíes como españolas a uno y otro lado de la valla.

Sin embargo, la inmensa mayoría fue rechazada por las fuerzas auxiliares marroquíes antes de tocar la alambrada y un grupo muy reducido logró tocar la valla pero no superaron ni siquiera la primera barrera, por lo que no pasaron a territorio español, añadieron las citadas fuentes. La Guardia Civil y los efectivos de los grupos rurales de seguridad (GRS) que están de refuerzo en la ciudad autónoma también montaron un amplio dispositivo para evitar la penetración ilegal de personas sin documentación y por un lugar no habilitado para ello.

Las fuerzas de seguridad marroquíes accedieron a ese espacio entre vallas con el beneplácito de las fuerzas españolas y se llevaron de vuelta a su territorio a los inmigrantes al cabo de una hora, más o menos, porque al no superar las dos vallas, las fuerzas de seguridad no consideraron que hubieran pasado a España.

Además, la Guardia Civil requisó un cuchillo de 35 centímetros – 22 de hoja – a uno de los inmigrantes que intentaron entrar a través de la valla junto a otro centenar de personas. Los inmigrantes pudieron ser contenidos por el despliegue policial que se ha establecido a ambos lados del perímetro, tanto en la zona marroquí como en la española.

Tranquilidad relativa

El helicóptero de la Guardia Civil dedicado a la vigilancia de la frontera había sobrevolado el perímetro durante la madrugada, ya que el grupo había sido divisado descendiendo desde los campamentos en los que los que los inmigrantes se asientan en territorio marroquí. Durante las últimas semanas, la valla de Melilla ha vivido una relativa tranquilidad, ya que el último intento registrado se produjo el pasado 12 de septiembre.

Ese día lo intentaron unos cien subsaharianos por la zona del Río Nano, de los que unos 60 consiguieron acceder a la zona del entrevallado, aunque ninguno de ellos pudo entrar a la ciudad autónoma.

Pese a todo, la situación continúa siendo de «máxima alerta», ya que en cualquier momento puede producirse un intento de entrada masiva, sobre todo en los próximos días que se celebra la pascua musulmana del Aid El Kebir, una fecha que los inmigrantes suelen aprovechar al presuponer un menor control en territorio marroquí.

Alrededor de 16.000 inmigrantes han intentado entrar a Melilla en 2014 a través de la valla, de los que unos 1.900 lo han logrado, aunque la cifra total de indocumentados que han accedido a la ciudad se aproxima a los 4.000, dada la fuerte presión migratoria por parte de sirios.