Unos 200 inmigrantes de origen subsahariano han intentado entrar en Melilla, poco antes de las 8.00 de este miércoles, a través de la valla fronteriza con Marruecos, en una zona próxima al aeropuerto de la ciudad autónoma. Sin embargo, ante el despliegue policial en ambos lados del perímetro, tanto en la zona marroquí como en la española, ninguno lo ha conseguido.

Un helicóptero de la Guardia Civil dedicado a la vigilancia de la frontera había sobrevolado el perímetro durante la madrugada, ya que los inmigrantes —aprovechando el mal tiempo y las lluvias caídas— estaban descendiendo desde los campamentos en los que se asientan en territorio marroquí. Un grupo reducido logró aproximarse al vallado. La Guardia Civil requisó un cuchillo de 35 centímetros de largo, según ha informado la Delegación del Gobierno en Melilla.

La valla de Melilla ha vivido una relativa tranquilidad en las últimas semanas; el último intento registrado se produjo el pasado 12 de septiembre. Unos cien subsaharianos intentaron cruzar ese día. Unos 60 consiguieron acceder a la zona del entrevallado, aunque ninguno pudo entrar a la ciudad autónoma.

Pese a ello, la situación es de “máxima alerta”, ya que en cualquier momento puede producirse un intento de entrada masiva, sobre todo en los próximos días que se celebra la pascua musulmana del Aid El Kebir, una fecha que los inmigrantes suelen aprovechar al presuponer un menor control en territorio marroquí.

Alrededor de 16.000 inmigrantes han intentado entrar a Melilla en 2014 a través de la valla, de los que unos 1.900 lo han logrado, aunque la cifra total de indocumentados que han accedido a la ciudad se aproxima a los 4.000, dada la fuerte presión migratoria por parte de sirios.